Postura de la silla o utkasana y postura del águila o garudasana
Esta postura, que es una buena aliada si pasas muchas horas sentada, te ayuda a movilizar piernas, glúteos y brazos. Nos ayuda a trabajar de forma isométrica la musculatura de los cuádriceps, fortalece los tobillos, glúteos, los músculos flexores de la cadera y nos ayuda a abrir la zona del pecho y el diafragma. Y es que, sin duda, el movimiento recuerda al de la conocida sentadilla.
-Empieza sobre tu esterilla en tadasana, colocando los pies juntos y alineados, conectando las piernas y rodillas. Respira hondo para entrar en estado de relajación.
-Levanta los brazos rectos y estirados hasta que estén totalmente en vertical. Las manos tienen que estar en línea con los hombros, paralelos y con las manos para dentro, o tocándose las palmas, pero siempre con los dedos apuntando hacia el cielo.
-Exhalando, dobla las rodillas y baja ligeramente el cuerpo. Procura que las rodillas no sobrepasen los dedos de los pies.
-Sigue bajando el cuerpo manteniendo la espalda recta y los brazos alineados con la espalda. Echa los hombros hacia atrás.
-En la posición final, inclina la parte de arriba del cuerpo hacia delante, más o menos formando un ángulo de 90 grados con los muslos.
-Aguanta aquí durante 30 segundos y haz 10 repeticiones.
Por último, la experta recomienda el saludo al sol, un ejercicio dinámico (o vinyasa) de 12 posturas realizadas como un solo ejercicio continuo en el que se combina el movimiento con la respiración. “Es muy útil como ejercicio de cardio, sobre todo si haces varias repeticiones”, nos cuenta