¿Es peligroso tomar demasiada vitamina C?
Actualmente, es más fácil consumir demasiada vitamina C que no tomar la suficiente. En España, la dosis media de los adultos ronda los 1.650 mg al día.
Desde DosFarma nos cuentan cuáles son las cantidades máximas que se pueden ingerir al día:
-Niños y niñas de 1 a 3 años: 400 mg
-Niños y niñas de 4 a 8 años: 650 mg
-Niños y niñas de 9 a 13 años: 1.200 mg
-Adolescentes (hombres y mujeres) de 14 a 18 años: 1.800 mg
-Adultos (hombres y mujeres): 2.000 mg
Pero, ¿qué sucede si la tomamos en exceso? “Como todo en exceso, no conviene, y la vitamina C no se iba a quedar atrás. Por eso, aunque no es común, un exceso de la misma, que se produciría por una ingesta excesiva de suplementos nutricionales que la contienen, produciría una sintomatología en la que destacamos náuseas, vómitos, diarrea, acidez estomacal, insomnio, dolor de cabeza y cólicos abdominales”, nos cuenta Mar Sieira. Como decíamos al principio, la vitamina C es hidrosoluble, es decir, que no se almacena en la grasa, por lo que los excesos se eliminan en la orina normalmente sin problemas. Tanto es así que la dosis ingerida debe ser muy alta, o superar el límite durante varios días, para que el cuerpo no sea capaz de expulsar toda la que no necesita y se produzca alguno de estos síntomas.
Eso sí, sí que es peligroso sobrepasar esas dosis si se sufre hemocromatosis, una enfermedad que provoca una acumulación excesiva de hierro. Esto se debe a que el ácido ascórbico favorece la absorción del hierro, por lo que entra en conflicto con la enfermedad. Y de la misma manera, hay que vigilar el uso de cosmética que contenga vitamina C para la cara. Y es que un exceso de este nutriente aplicado directamente en el rostro puede causar irritación en las pieles más sensibles.
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