Cómo hacer balance del año que despedimos para diseñar el mejor 2023

Es muy importante aprender de las lecciones que nos ha podido dar este año que dejamos atrás, tanto de los momentos positivos como de los que no lo han sido tanto

Por Pilar Hernán

Estamos en unos días en los que, quien más quien menos comienza a hacer balance de los meses pasados, de este año que estamos ya a punto de dejar atrás. 2022 va echando el cierre y toca valorar cómo nos ha ido el año, qué podemos mejorar o cambiar y qué nos gustaría mantener. “La acción de hacer balance sobre lo que ha sucedido durante el año que ya estamos dejando atrás es siempre positiva, ya que nos permite revisar de manera global lo acontecido para reconocer el aprendizaje, soltar lo que ya no necesitamos y seguir adelante con más confianza”, nos comenta la coach y emprendedora Paz Calap. Y hace mención a que quizás en algún momento del año tuvimos una pérdida que nos costó remontar, sin embargo, gracias a esa experiencia hoy nos sentimos más fuertes y capaces de afrontar los próximos retos que nos proponga la vida.

“Hacer balance y mirar con detalle lo vivido nos hacer ser conscientes de que debajo de cada pérdida hay una ganancia y que, con cada ganancia también perdemos algo. De esta manera nos damos cuenta de que la vida está constantemente buscando el equilibrio y que es la actitud con la que afrontamos la vida y no la experiencia en sí, lo que nos permite disfrutarla o sufrirla”, nos comenta la experta. 

Lee también: ¿Quieres mejorar tu autoestima? Sigue estos 9 consejos

Aprender de las lecciones

Es muy importante aprender de las lecciones que nos ha podido dar este año que dejamos atrás, tanto de los momentos positivos como de los que no lo han sido tanto. Así nos lo confirma la coach. “Es fundamental reconocer cada una de las lecciones aprendidas e integrarlas en nuestra vida. Cada experiencia, sea como sea, es un paso hacia adelante y supone una transformación en cada uno de nosotros. Calificar algo de positivo o negativo es solo un punto de vista, ya que con la perspectiva que nos ofrece el paso del tiempo podemos ver cómo lo que no habríamos elegido de ninguna manera y nos dolió tanto en un momento determinado fue un aprendizaje impagable pasado un tiempo. La vida es una gran lección compuesta por la suma de muchas experiencias”, resume. 

Lee también: Cómo enfocarse en el aprendizaje y dejar atrás el error

Claves para hacer balance

Está claro, por lo tanto, que es una costumbre positiva, pero, ¿cuáles crees que deberían ser las claves a la hora de hacer ese balance para sacarle el máximo provecho? “Lo primero que hemos de considerar es que hemos de dedicar un tiempo de calidad a realizar el ejercicio para que sea realmente efectivo. Es interesante determinar las áreas más importantes de nuestra vida e ir observando mes a mes cuál ha sido el éxito más destacado, qué es lo que nos ha causado más dolor, en qué persona nos ha convertido cada una de las experiencias... Esta sería la base del ejercicio para luego seguir profundizando en los detalles hasta llegar al fondo de la lección que tenía este año guardado para cada uno de nosotros”, nos explica. 

Lee también: ¿Por qué nos cuesta tanto reconocer los errores?

Las preguntas que debes hacerte

Algunas preguntas que podemos hacernos son:

  • ¿Cuál es el mayor reto que has afrontado este año?
  • ¿Qué personas te han ayudado o apoyado en este reto?
  • ¿Cómo te has cuidado a nivel físico, mental y emocional?
  • ¿Qué experiencia te ha dolido profundamente?
  • ¿De qué te sientes más orgulloso?
  • ¿De qué manera te has acercado un poco más a tu sueño?

¿Cuál debería ser nuestra actitud a la hora de enfrentarnos a ese balance anual, de hacernos estas preguntas? “La apertura mental y un corazón compasivo son maravillosos compañeros de viaje en este balance anual. De esta manera estaremos permitiendo mirar hacia un lugar más profundo que la aparente experiencia y tomar el verdadero significado de lo acontecido”, detalla la experta.

Gestionar las emociones negativas

Está claro que en ese recorrido nos encontramos, obviamente, con errores y momentos malos, que pueden causarnos desánimo, ¿cómo deberíamos gestionarlos? “En realidad, cuando hacemos un balance profundo del año nos damos cuenta de que cada momento que hemos considerado negativo tenía un verdadero sentido y nos ha ayudado a fortalecernos y a seguir adelante. Detrás de un despido de trabajo quizás la vida nos esté mostrando la oportunidad de comenzar el proyecto soñado que tanto deseábamos; después de una ruptura amorosa tal vez esté la oportunidad de profundizar en uno mismo y sanar las heridas del pasado; detrás de todo lo que no elegimos hay oportunidades y regalos. Son regalos envueltos en papel de lija y cuando la vida nos impulsa a abrirlos y así transitar la experiencia porque no nos queda más remedio, nos damos cuenta de que en su interior alberga un gran tesoro ya que la propia experiencia tenía un sentido profundo y poderoso en nuestra vida. Así nos damos cuenta de que no existen los errores ni los momentos malos sino el crecimiento constante e inevitable que nos ofrece siempre la vida”, nos detalla Paz Calap.

Lee también: Cómo dejar de procrastinar, tomar mejores decisiones y conseguir lo que quieres

Prepararnos para 2023

Sin duda, este balance puede servirnos para afrontar mejor los meses que nos vienen por delante en este 2023 que ya está a la vuelta de la esquina. “Desde luego que sí, ya que nos ayuda a mirar cada experiencia con compasión, a soltar el rencor, a perdonar y perdonarnos, a sentirnos más ligeros… todo esto nos impulsa hacia el nuevo año con confianza y valentía. El momento de hacerlo es ahora, antes de que empiece el nuevo año, en el mes de diciembre”, afirma.

Lee también: Si no sabes cómo disculparte, tienes ciertos deberes por hacer

Listas de propósitos, ¿sí o no?

Precisamente en este momento de balances, llega también el momento de las conocidas listas de propósitos. ¿Son realmente útiles? “Si lo hacemos de manera automática y superficial tan solo escribiendo el listado de lo que deseamos probablemente no funcione. Si lo hacemos profundizando y escribiendo para qué queremos cumplir con ese propósito y qué estamos dispuestos a hacer y a dejar de hacer para avanzar hacia él, será mucho más efectivo. Cuando reconocemos el para qué y adquirimos un compromiso firme y determinado con nosotros mismos con un plan de acción definido, no hay nada que se nos pueda resistir. Es importante recordar que la magia está en la acción y que hemos de estar en movimiento y disfrutar del camino si de verdad queremos avanzar y alcanzar los deseos que nuestro corazón anhela. ¡Vamos a por ello!”, concluye la experta en coaching.