Día Mundial del SIDA

Así sufren mentalmente las personas que padecen VIH

Más allá de los síntomas físicos, las personas que padecen esta infección experimentan problemas psicológicos y neurológicos que empeoran su calidad de vida

Por Nuria Safont

Pese a que ha habido grandes avances en el diagnóstico y tratamiento del VIH, aún quedan muchos escollos que afectan al día a día de estos pacientes y que es necesario y urgente abordar. Hablamos de su salud mental. Nervios y ansiedad, tristeza y depresión, fatiga, deterioro cognitivo, insomnio… Estos son algunos de los problemas que sufren las personas que padecen VIH y que, a día de hoy, pasan desapercibidos.

También pueden experimentar estrés, baja autoestima y su calidad de vida es muy inferior a la del resto de la población. Así lo afirman los expertos, que reclaman una mayor atención a estos pacientes. 

"Las personas con VIH presentan más problemas relacionados con la salud mental que el resto de la población: dos de cada tres afectados dicen sentir nervios y ansiedad, tristeza y depresión y fatiga, y más de la mitad afirma sufrir insomnio", afirma el Dr. Ignacio Pérez-Valero, consultor del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba) e Investigador clínico en el grupo de virología del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC).

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Factores estresores en VIH

Además de la propia enfermedad y la adaptación al tratamiento, hay razones por las que el VIH puede causar estragos en la salud mental de quienes lo padecen. Como explica la Dra. Alicia González Baeza, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, "el propio VIH afecta al sistema nervioso central, igual que los tratamientos".

La psicóloga, que junto al Dr. Pérez -Valero ha participado en el Webinar 'Salud mental en las personas con VIH: dificultades emocionales, problemas de sueño y deterioro cognitivo', impulsado por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) y Gilead, señala que "factores tan relevantes como el impacto del diagnóstico, la discriminación y el estigma, las expectativas de rechazo, el propio estigma internalizado que interfiere en el día a día y relaciones sociales, las preocupaciones por no tener cura, por posible transmisión sexual, por adherencia, complicaciones médicas, cambios imagen corporal, etc. actúan como estresores asociados al proceso de vivir con VIH".

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Problemas psicológicos que pasan desapercibidos 

Como alertan los especialistas, otro de los inconvenientes es que los problemas de salud mental que afectan a estos pacientes a menudo pasan desapercibidos y no reciben el tratamiento adecuado. Esto supone, muy a menudo, la persistencia del sufrimiento de la persona con VIH y puede afectar la evolución de su enfermedad y a la respuesta al tratamiento antirretroviral”, alerta el Dr. Pérez-Valero. 

Como subraya el experto en enfermedades infecciosas, además de que entre el 30 y el 40% de los enfermos van a sufrir depresión y problemas cognitivos, un 70% padecerá problemas para dormir. Y una mala calidad del sueño impactará, a su vez, en su función cognitiva. De ahí que los médicos que atienden a estos pacientes reclamen que la valoración del sueño sea obligatoria en estas personas. 

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¿Cómo prevenir y abordar los trastornos mentales?

Los pacientes pueden preparar las consultas con sus médicos. Por ejemplo, en la web eresVIHda.es, pueden rellenar cuestionarios sobre su estado físico, mental o su calidad del sueño y la percepción de su calidad de vida y comentarlo con el médico. 

En cuanto al abordaje terapéutico por parte de los facultativos, la Dra. González Baeza, señala debería consistir en llevar a cabo estrategias preventivas, para “reducir barreras y estresores, y acompañar y fomentar estrategias adaptativas". Otras para la 2detección de problemas de salud mental, con el fin de intervenir lo antes posible". Una tercera vía de abordaje debería ser sicológica individualizada, con estrategias “centradas en acontecimientos vitales estresantes, regulación emocional y estrategias de afrontamiento", y por último, "grupos terapéuticos basados en intervenciones coordinadas, y combinadas: grupos por PARES, grupos de autoayuda, ocio saludables…”, concluye la experta. 

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