Cuando hablamos del balón medicinal, habrá quien vuelva, de repente, al colegio, a los días de educación física en el gimnasio escolar. Pero es, no lo dudes, un accesorio al que se puede sacar mucho partido en tu rutina de entrenamiento. “El balón medicinal es un accesorio más de los muchos que hay, que nos permite trabajar con cargas externas. En este caso en forma de esfera por lo que lo hace muy manejable, respecto a otro tipo de implementos. El balón medicinal o también conocido como balón suizo tiene su origen en los años 50 cuando dos profesionales del sector de la salud (pediatría y fisioterapeuta) vieron una necesidad no cubierta e idearon este instrumento como el material perfecto para ayudar a pacientes a hacer frente a sus distintas molestias”, nos comenta Júlia Ndocky Ribas, entrenadora personal y técnica de la División de Actividad Física de Metropolitan.
Para ello, nos detalla que idearon el balón medicinal que consiste en una pelota de diámetro y peso variable elaborado de un material resistente como la goma, el cuero, plástico e incluso látex, la cual está rellena comúnmente de arena e incluso de agua. “Todo ello permite obtener un material de elevado peso, pero manejable como un balón. El uso de este material se ha extendido sobre todo en los entrenamientos funcionales e incluso en gimnasia postural. Así pues, uno de los aspectos más valorados del balón medicinal es que por su forma ergonómica y peso permite realizar distintos movimientos con los que trabajar los grupos musculares con gestos más transferibles a al vida cuotidiana y deportiva de las personas que entrenan con él”, nos explica.
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