Mucho te hemos hablado de los beneficios que el ayuno intermitente puede tener para tu salud. Incluso hay defensores de esta estrategia nutricional que también reconocen sus bondades para la salud de nuestro cerebro. La nutricionista Elisa Blázquez parte de una idea: “Se ha propuesto el ayuno como una herramienta que mejora nuestra salud cerebral, pero es importante poner esto en contexto”.
Y es que, en su opinión, el ayuno no se debería analizar de manera aislada, sino como parte integral de un plan de alimentación, donde importa tanto lo que como, como lo que dejo de comer. “El cerebro no trabaja de manera aislada, los cambios que se producen en él siempre guardan relación con la salud del resto del cuerpo, de ahí que un buen plan de alimentación y ayuno sean positivos en la neuroprotección”, comenta.
“En este contexto, podemos considerar que una dieta rica en nutrientes neuroprotectores, equilibrada y que, además, contenga periodos de ayuno intermitentes y respete nuestros ritmos circadianos, es beneficiosa para nuestra salud cerebral porque mejora nuestra microbiota intestinal y su estrecha relación con nuestro cerebro, es capaz de modular la respuesta inflamatoria vinculada a procesos neurodegenerativos, mejora nuestra salud cardiovascular y la posibilidad de un evento cerebrovascular, mejora la elasticidad neuronal y en el día a día es clave para favorecer un rendimiento cognitivo óptimo”, detalla.
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