Vacaciones en tiempos de coronavirus: ¿cómo afrontar el verano este año?

Hay personas a las que organizar este año sus días de descanso les genera nerviosismo, por el miedo al contagio. Los expertos explican cómo superarlo

Por Pilar Hernán

Tras unas semanas de estricto confinamiento en casa, para intentar poner freno a la pandemia del coronavirus, poco a poco, vamos viendo señales que indican que la situación va mejorando. Aquello tan complicado de aplanar la curva parece que se está consiguiendo en nuestro país y hay quienes ya están pensando en la posibilidad de desplazarse entre provincias, algo que está cada vez más cerca, para organizar sus escapadas y vacaciones, al menos un pequeño descanso después de esta primavera tan complicada que nos ha tocado vivir. Lo hacemos, eso sí, con cierta cautela, pues el miedo al contagio, a salir fuera, ese síndrome de la cabaña al que han hecho referencia los psicólogos, sigue presente en muchas personas.

Tal como explica Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen, ya se están encontrando en las consultas con pacientes a los que están tratando en los centros especializados con problemas asociados al encierro prolongado y, cómo no, al miedo al contagio y a la enfermedad. Tras todo lo que hemos vivido estos meses, en opinión de la psicóloga, es una situación normal. Sin llegar a necesitar ayuda profesional, no es extraño que muchas personas sean presas de la incertidumbre y que el tener que tomar ciertas decisiones les genere inquietud y ansiedad.

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¿Miedo a viajar?

Este año, la preparación de las vacaciones supone un nerviosismo extra, pues la decisión del destino va a estar muy condicionada por el coronavirus. De entrada, son muchas las personas que se decantarán este año por el turismo nacional. Y es que a muchas personas, el miedo al contagio las podría llevar a buscar lugares apartados, pequeños hoteles aislados, donde el riesgo de contraer la covid-19 sea en teoría menor, pero también hay quien tendrá la tentación de descartar las vacaciones este año, para evitar de esta forma salir de casa. Esta es una decisión desacertada, según la psicóloga, pues podemos entrar en una complicada espiral sin salida. “Si nos mantenemos confinados cuando ya no sea necesario, aumentaremos el miedo y la ansiedad hacia las salidas”, explica, y añade que la solución, pues, no es quedarse en casa, sino tratar de cambiar el punto de vista y trabajar con pensamientos positivos, no sólo por nuestro interés, sino también por el de todos aquellos que nos rodean. Hay que intentar salir, eso sí, actuando de forma responsable y cumpliendo las medidas que estén vigentes en cada momento con respecto al virus, pero tratando de controlar la ansiedad.

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Unas vacaciones diferentes

¿Qué nos puede animar a ponernos a organizar un paréntesis tras un semestre complicado? Pensar en que nuestra familia merece un descanso es un buen estímulo para pelear contra el miedo. Eso sí, en el caso de que en esa familia haya niños será importante explicarles, desde la normalidad y la calma, que estas vacaciones van a ser diferentes, con ciertas peculiaridades, pero eso no va a impedir que sigamos disfrutando y jugando. “Es fundamental que tengan claro lo que sí pueden hacer, lo que no, y los aspectos que van a cambiar con respecto a otros años. El hecho de que nos vayamos de vacaciones, ya en sí, les va a ayudar a normalizar la situación y disminuir el temor, dado que les demostramos que ya podemos ir realizando vida normalizada”, nos explica.

Consejos para veranear en la 'nueva normalidad'

  • Conocer y tener claras las medidas de seguridad para todos los miembros de la familia.
  • Haber normalizado previamente las salidas en el entorno natural en el que nos movemos habitualmente, y haber integrado las medidas para evitar masificaciones y contagios.
  • Hay que informar a los niños antes de viajar de que algunas excursiones habituales a lo mejor no se pueden hacer por las nuevas normas. Es importante que lo tengan claro para que no se lleven decepciones.
  • Y, en el caso de que haya que descartar algún plan, ofrecer a los más pequeños alternativas para esas actividades ahora no permitidas. Pueden incluso colaborar dando ellos las ideas.
  • Organizar en grupo las actividades, teniendo en cuenta el tiempo de ejecución y las medidas de protección.
  • Elegir lugares que estén adaptados a las necesidades del grupo, priorizando las de los más pequeños.