Día Mundial de la Visión

¿Cuándo tengo que ir al oculista para revisarme la vista?

Te explicamos cada cuánto hay que pedir cita al oftalmólogo y a partir de qué edad debes prestar atención a los problemas de retina que pueden causar ceguera

Por Nuria Safont

'Una cita con tu vista' es el lema de la campaña que se ha lanzado para concienciar a la población de la importancia de ir al oftalmólogo. Este especialista puede detectar, incluso, antes de que aparezcan, problemas en la retina que, de no tratarse, podrían ser causa de ceguera. Por eso los expertos son claros: pide cita al menos una vez al año, cuando veas mal y, sobre todo, no descuides tu visita a partir de los 50. De esta manera, podrás conservar una buena visión durante muchos años. 

El doctor Josep García-Arumí, Presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo y Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Vall d’Hebron nos habla de cómo está nuestra vista y cuáles han sido los avances más importantes en el la salud ocular. 

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Tenemos mejor o peor vista en la actualidad

Las personas sanas tienen la misma visión que tenían hace muchos años. Pero muchas personas necesitan ayuda para mejorar su agudeza visual. Es el caso, por ejemplo, de las personas con retinopatía diabética. Hace muchos años se quedaban ciegas al cabo de unos años porque no se podía realizar un tratamiento adecuado. Sin embargo, actualmente, pueden conservar una visión del 100% si se trata adecuadamente, en la mayoría de los casos.

En otras enfermedades, como la degeneración macular asociada a la edad, se puede mantener la misma visión, aunque no mejorar. En cualquier caso, la evolución es mucho mejor y el pronóstico visual de estos pacientes también. Hace años, en cambio, perdían la capacidad de lectura y de visión fina, puesto que esta patología afecta al centro de la retina, a la mácula.

Entonces, sí que tenemos mejor visión, porque el conjunto de la sociedad la tiene.

¿Por qué no debemos conformarnos con una sola revisión?

Es importante acudir al oftalmólogo u oculista si se nota un déficit visual. Asimismo a partir de los 50 años, porque pueden pueden aparecer enfermedades que comprometan la visión.

Algunas son muy prevalentes, como las cataratas. Pero si se hace una revisión adecuada, se diagnostica y se trata se recupera muy bien la visión.

Sin embargo, en otras patologías como la degeneración macular, la retinopatía diabética o la alta miopía si no se detecta precozmente y se trata, la posibilidad de recuperación es más difícil.

La ventaja es que hoy en día tenemos unos métodos de diagnóstico extraordinarios. Podemos realizar un corte de la retina de micras y podemos examinar cómo están las células de la retina. Todo ello nos permite hacer un diagnóstico precoz excelente. Y tratar muy rápido estos problemas.

Y es que el ‘truco’ de las enfermedades oculares es el diagnóstico precoz. De ahí la importancia de campañas como ‘cita con tu vista’ de Novartis, que se ha organizado para concienciar a la población de qué es lo que hay que hacer cuando tienes un problema visual.

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¿Cuál es el riesgo de una enfermedad de la retina?

Depende mucho de qué enfermedad. La degeneración macular asociada a la edad, por ejemplo, es la más prevalente y el riesgo es perder la visión central. Se trata de una patología muy invalidante, porque el paciente se queda sin poder leer, conducir, socialmente queda muy limitado en muchos aspectos.

Normalmente, además, afecta a personas a partir de los 65 años que pueden tener otras limitaciones. Para ellos la vista es muy importante y, por eso, es muy importante tratarlo adecuadamente.

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¿Cuáles han sido los avances más significativos en el tratamiento?

En el campo del diagnóstico ha habido una revolución en los instrumentos que nos permiten ver la retina con una calidad extraordinaria. Podemos saber qué está ocurriendo en la retina antes de que se empiecen a producir los primeros síntomas. Es decir, antes de que el paciente empiece a perder visión, los oftalmólogos sabemos que esa persona tiene un problema en la retina. Por lo tanto, lo podremos tratar mucho mejor.

Un método de diagnósti como la tomografía de coherencia óptica, un escáner que hace un corte óptico de la retina, nos permite ver todas sus capas. Otros instrumentos de 'campo amplio' dejan que veamos la retina en su totalidad. Con un solo disparo hacemos fotos de 180 grados y podemos investigar qué pasa en la parte central y en la periférica.

A nivel quirúrgico se han desarrollado instrumentos muy eficaces para poder operar con mayor precisión. Y es que el ojo es un órgano muy pequeño, con lo que operar puede resultar difícil. Antes utilizábamos el microscopio. Ahora, sin embargo, operamos con pantallas de 65 pulgadas, que cuentan sistema tridimensional (3D), con cámaras de 4k que nos permiten ver con mayor precisión el detalle y la profundidad de la retina. 

Se están desarrollando, asimismo, sistemas robóticos para poder intervenir con ellos y minimizar el movimiento intraocular.

Por otro lado, disponemos de fármacos que, introducidos mediante una inyección dentro de la cavidad del ojo, tratamos enfermedades como la degeneración macular, la retinopatía diabética o la miopía patológica.

Realmente, estamos viviendo una época extraordinario en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afectan a la vista.

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