Todo depende de la gravedad
La portavoz de CODEM, por su parte, se refiere a la gravedad de la quemadura. “Existen diferentes grados de quemaduras y en función de ellas se debe de actuar de una forma u otra. Las quemaduras y su graduación van a depender de las características de la propia persona (su tipo de piel, si ha sufrido anteriormente quemaduras, etc.), así como de las características del riesgo de la exposición: tiempo al sol, horario, latitud, en el medio acuático (efecto lupa), viento, si se ha aplicado correctamente el fotoprotector”, nos anticipa, y aclara que, en general, las quemaduras solares suelen ser de primer grado, que son aquellas que presentan eritema o piel enrojecida y leve dolor.
“Pero es cierto, que con cierta frecuencia se dan por exposición solar quemaduras de segundo grado, las cuales presentan síntomas más intensos, incluso, cursan con inflamación de la piel, tirantez y ampollas o vesículas en la piel. En las de tercer, la piel está muy tensa y con cierto color ennegrecido con dolor muy intenso”, cuenta. Y añade que, ante una quemadura solar de primer grado o un segundo grado incipiente, de las más habituales en verano, esta es la forma correcta de proceder:
-Lo primero será retirarse del sol cuando se observe la piel enrojecida.
-Si estamos por la calle, tapar la zona con ropa, un pañuelo o una toalla y buscar una sombra rápidamente.
-Limpiar la piel si presenta hierba o arena, por ejemplo.
-Disminuir la temperatura de la piel y para ello se debe refrescar mediante una ducha templada-fresca, pero que no caiga de forma incisiva sobre la piel, pues puede aumentar el dolor. No aplicar hielo sobre la piel, pues al producirse una vasoconstricción fuerte puede empeorar el proceso.
- Aplicar crema de propiedades hidratantes/emolientes/calmante/after sun sin alcoholes, ni perfumados para no irritar más la piel. Lo más acertado es aplicar productos para la piel específicos para quemaduras solares que contengan aloe vera, urea, caléndula, óxido de zinc, retinol, vitamina E o rosa mosqueta.
-Beber agua y líquidos sin azúcares y sin alcohol.
-Consumir frutas y verduras que contengan antioxidantes.
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