¿Sabías que la vitamina C también es importante para tu cerebro?

No solo es antioxidante y mejora el sistema inmune, también tiene efectos positivos en el estado de ánimo y la atención

Por Nuria Safont

Siempre hemos asociado la vitamina C con el nutriente imprescindible para evitar resfriados. También sabemos que es una sustancia necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmune, además de ser antioxidante y ayudar a frenar la acción de los radicales libres. Una nueva investigación sugiere que también es buena para la salud del cerebro. En concreto, el estudio publicado en la revista médica European Journal Nutrition señala que un estado inadecuado de vitamina C está relacionado con un bajo nivel de vitalidad mental.

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Metodología del estudio 

El objetivo de los autores del trabajo fue investigar el vínculo del estado de la vitamina C con la vitalidad y las funciones psicológicas en un estudio transversal y examinar su relación causal a través de un ensayo controlado aleatorio (ECA).

Para ello, analizaron las concentraciones séricas de vitamina C en adultos jóvenes y la relacionaron con la vitalidad (fatiga y atención) y el estado de ánimo (estrés, depresión y afecto positivo y negativo). Los resultados indicaron que la suplementación con vitamina C aumenta la motivación laboral y el enfoque atencional y contribuye a un mejor desempeño en las tareas cognitivas que requieren atención sostenida.

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Relación con la depresión

No es la primera vez que se estudia la relación de la vitamina C o ácido ascórbico con la salud del cerebro. Una revisión publicada en la revista médica BMC Psychiatry recordó que la asociación entre la deficiencia de vitamina C y los efectos psiquiátricos adversos se conoce desde hace siglos. Y señaló que la evidencia observa que la deficiencia de vitamina C está relacionada con un estado de ánimo más bajo y efectos cognitivos. De hecho, los expertos alertaron de que los niveles sanguíneos de vitamina C asociados con la depresión y el deterioro cognitivo son más altos que los implicados en las manifestaciones clínicas del escorbuto.

Por ello, recomendaron que los médicos de salud mental consideren la posibilidad de deficiencia de vitamina C en pacientes con depresión o deterioro cognitivo.

Cómo conseguir las cantidades necesarias de vitamina C

Una dieta variada y equilibrada asegura las cantidades necesarias de vitamina C, por ello, los expertos recuerdan que no es aconsejable tomar suplementos si no hay un consejo médico que avale esta prescripción.

Como nos explica Amanda Dutruc, farmacéutica de DosFarma, "consumir una dosis adecuada de vitamina C es básico para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Es bastante sencillo consumir la dosis recomendada, porque comer un kiwi o dos naranjas ya nos aportan más de lo que necesitamos al día. Una dieta variada, que contenga frutas y verduras, es la mejor forma de conseguirla. Sin embargo, hay que estar atentos a las señales de nuestro cuerpo e interpretar que nos está pidiendo más, para saber si necesitamos un poco de ayuda con algún suplemento o un cambio en la dieta". 

Y es que, además de las consecuencias en nuestro estado de ánimo o capacidad de atención, el déficit de vitamina C puede provocar una enfermedad grave denominada escorbuto, aunque es poco frecuente en los países industrializados. "Tomar poco ácido ascórbico supone un verdadero riesgo cuando se consumen menos de 10 mg al día. Con estas cantidades, se puede sufrir escorbuto. Se trata de una enfermedad ya muy poco frecuente, debido a que es relativamente fácil ingerir vitamina C. Algunos de sus síntomas son debilidad general, mala cicatrización de las heridas, sangrado de encías, anemia o hemorragias cutáneas o dolores articulares. En cualquier caso, si notamos alguno de estos síntomas, deberemos acudir a un especialista", recuerda la experta de DosFarma. 

También hay que tener en cuenta que algunas personas necesitan un extra. Es el caso de los fumadores. Una persona que fuma o que está expuesta al humo del tabaco deberá tomar 35 mg más de la dosis recomendada diaria. Por este motivo, si se nota alguno de estos síntomas, es probable que haya que aumentar la ingesta de ciertos alimentos o recurrir a un complemento vitamínico. 

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No tomar suplementos sin consejo médico 

En este sentido, Amanda Dutruc recomienda seguir el consejo de los expertos, para evitar las consecuencias negativas de una dosis demasiado alta o la falta de vitamina C. "Un exceso de vitamina C puede provocar problemas digestivos. Aunque no es tóxico, sí que puede derivar en diarreas, náuseas, cólicos, acidez o dolor abdominal. La vitamina C es hidrosoluble, es decir, que no se almacena en la grasa, por lo que los excesos se eliminan en la orina normalmente sin problemas. La dosis ingerida debe ser muy alta, o superar el límite durante varios días, para que el cuerpo no sea capaz de expulsar toda la que no necesita y se produzca alguno de estos síntomas.

 No obstante, sí que es peligroso sobrepasar esas dosis si se sufre hemocromatosis, una enfermedad que provoca una acumulación excesiva de hierro. Esto se debe a que el ácido ascórbico favorece la absorción del hierro, por lo que entra en conflicto con la enfermedad.

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