¿De qué depende que nuestro metabolismo sea lento o rápido?
En opinión del nutricionista, “mantener un buen porcentaje de masa muscular y una alta frecuencia de actividad física mantendrán a las mitocondrias activadas, generando más energía y por lo tanto gastando más calorías”.
-El estrés acelera el metabolismo, ya que las neuronas también tienen muchas mitocondrias, si me mantiene acelerada la actividad neuronal también se va a gastar más energía, pero esto que a priori puede sonar beneficioso realmente es peligroso para la salud ya que el estrés prolongado puede causar enfermedades crónicas. “La mejor forma de generar pequeñas dosis controladas de estrés es, por ejemplo, el entrenamiento físico diario”, apunta.
-Por el contrario, cuando la actividad depurativa del hígado no es adecuada, se acumulan toxinas en el organismo que terminan inflamándolo y generando obesidad. Por eso es importante llevar una dieta saludable para no saturar el hígado.
-Otro factor importante es la flora intestinal, ya que hay bacterias de la flora intestinal que ayudan a metabolizar grasas y carbohidratos adecuadamente y otras bacterias del intestino que se sabe que pueden hacer que acumules más grasas y generar obesidad.
-Por último, lo más frecuente, en opinión del experto, es que cuando se hacen dietas hipocalóricas, que además se suelen hacer de manera repetitiva, el organismo debe aprender a vivir con menos calorías y ahí baja su metabolismo, por eso se recupera el peso luego tan fácil, porque resulta casi imposible generar déficit calórico. Además, cuando se hacen dietas hipocalóricas o muy restrictivas es frecuente que se pierda mucho peso en forma de masa muscular, por lo que se pierden mitocondrias (baterías) lo cual hace disminuir el metabolismo energético.
-También, el hecho de tener alta la grasa visceral, por ejemplo tener hígado graso, hará que el hígado no pueda eliminar toxinas adecuadamente, por lo que producirá inflamación de bajo grado que desencadena obesidad por un lado, además de no poder utilizar correctamente las grasas como fuente de energía por otro lado, de modo que disminuye la capacidad de quemar grasa.
-Y hay que tener en cuenta también la menopausia, el hipotiroidismo y el sedentarismo.
Lee también: Alimentos para el hígado graso (los buenos y los que tienes que evitar)