El 'buttermilk' en inglés es el suero que queda como residuo al preparar mantequilla de forma tradicional, con la nata de la leche y es un ingrediente muy usado en repostería que podemos hacer de forma casera o comprarlo listo para usar. Lo vamos a incorporar a la masa de unas magdalenas para que queden suaves y esponjosas.
- 300 g de Harina de trigo
- 130 ml de Aceite de oliva
- 3 ud de Huevo
- 16 g de Levadura en polvo
- 200 g de Azúcar blanca
- 1 cucharadita de Extracto de vainilla
- 200 g de Buttermilk
- Ralladura de limón
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1.
Bate los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen su volumen.
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2.
Agrega el aceite de oliva, la vainilla y el 'buttermilk' y mezcla despacio.
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3.
Incorpora la harina y la levadura tamizadas y la ralladura de limón e integra bien todo.
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4.
Tapa con film y refrigera 1 hora en la nevera.
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5.
Precalienta el horno a 220 grados.
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6.
Introduce unas cápsulas de papel para magdalenas en un molde para cup-cakes o magdalenas y rellenas con la masa hasta 3/4 partes de su capacidad.
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7.
Baja la temperatura a 190 y hornea durante unos 20 minutos o hasta que veas que adquieren un apetecible color.
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8.
Saca con cuidado y deja enfriar para poder comer estas delisiosas magdalenas caseras.
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