Esta deliciosa ensalada de remolacha, lentejas y queso azul es un plato de lleno de contrastes, colores y diferentes texturas que te sorprenderán. Tiene unos sabores muy peculiares y es perfecta para una comida o cena ligera o incluso para llevar al trabajo. Fácil, sana y llena de color. El universo de los quesos azules es interminable: Gorgonzola, en Italia; Roquefort, en Francia; Cabrales, en España; Stilton, en Inglaterra, etc, etc. De sabor y aroma pronunciados, aporta a la ensalada un toque inconfundible. Si no te entusiasma, no dudes en sustituirlo por otra variedad que sea más de tu agrado.
- 1 ud de Remolacha grande
- 250 g de Lentejas cocidas
- 100 g de Brotes de ensalada
- 200 g de Queso azul
- 100 g de Nueces peladas y partidas
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre balsámico
- Sal al gusto
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1.
Lava muy bien la remolacha bajo el grifo.
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2.
Pon a hervir agua en una cacerola y añade dos cucharadas de vinagre. Esto ayudará a mantener los colores brillantes de la remolacha.
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3.
Cuando el agua rompa a hervir, introduce la remolacha en la cacerola y cocina a fuego medio durante 30 minutos.
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4.
Pasado ese tiempo, saca la remolacha, con cuidado de no quemarte, y métela en agua fría con hielo durante 10 minutos para cortar la cocción y para que se enfríe y puedas pelarla y cortarla sin problemas.
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5.
Pela la remolacha con un pelador y con un cuchillo bien afilado, corta la remolacha en finas rodajas y reserva. Si tienes una mandolina te será mucho más fácil. Hazlo sobre un paño o una tabla de cocina, la remolacha mancha mucho. Reserva.
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6.
Escurre las lentejas cocidas bajo el grifo.
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7.
Ahora cubre la mitad del plato con las lentejas cocidas y la otra mitad con la ensalada variada de brotes.
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8.
Coloca las rodajas de remolacha en el plato y desmiga por encima el queso azul.
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9.
Esparce las nueces y finalmente aliña con aceite de oliva virgen extra, unas gotas de vinagre de Módena y sal al gusto.
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