Claves para realizar deporte durante el embarazo

Por hola.com

El director médico de Avanfi.com, Manuel Villanueva, y Álvaro Iborra, director de fisioterapia y osteopatía, recomiendan la práctica deportiva durante los nueve meses de gestación.

Una de las preguntas que más se escuchan en las consultas ginecológicas es : “¿Podré seguir haciendo deporte a lo largo del embarazo?”. La respuesta es sí. Embarazo y deporte no son incompatibles, sino todo lo contrario. Es más, los datos muestran que el ejercicio, en embarazos sin riesgos, benefician tanto a la madre como al bebé.

Ventajas del deporte en la gestación

  • Mejora la condición cardiovascular y muscular.
  • Evita problemas con la musculatura abdominal y pélvica que tanto peso debe soportar durante los meses de gestación; además del aumento de peso.
  • Acorta el tiempo de hospitalización postparto y reduce el número de cesáreas.
  • El ejercicio en gestantes disminuye las molestias digestivas y el estreñimiento .
  • Aumenta el bienestar psicológico reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio.
  • Crea hábitos de vida saludables, mejora la tensión arterial y protege a la mujer de la diabetes gestacional.

Sin embargo, a pesar de las evidentes ventajas, tenemos que estar atentos: no se puede realizar de cualquier forma y con intensidad normal. El nivel de adaptación al ejercicio físico, previo al embarazo, será un factor determinante. Además, debemos tener en cuenta algunas precauciones.

  • Es aconsejable que evites cualquier ejercicio que obligue a acostarse sobre la espalda después del primer trimestre.
  • Descarta también actividades como el submarinismo, los deportes de contacto (como el hockey sobre hielo), fútbol y baloncesto y otras prácticas que suponen un alto riesgo de caídas, como el esquí alpino, gimnasia, esquí acuático, surf, paseos a caballo o hacer ejercicio a gran altura.
  • Limita los movimientos de gran amplitud, por el aumento de la laxitud articular existente en la gestación, que condiciona un mayor riesgo lesiones musculoesqueléticas y de las articulaciones como, por ejemplo, el esguince de tobillo. Y, finalmente, evita todo lo que suponga permanecer tiempo de pie en una posición fija, así como los cambios bruscos de posición que puedan provocar mareos o pérdidas de conocimiento por bajadas de tensión.
  • Las recomendaciones se extienden a los ejercicios que eleven la temperatura corporal en exceso, ya sea a causa del propio ejercicio o porque su práctica es en un lugar caluroso o muy soleado.
  • El ejercicio aeróbico debe ser realizado de forma moderada manteniendo las frecuencias cardíacas maternas por debajo de 140 latidos por minuto. El ejercicio ha de realizarse de forma regular (3-4 sesiones de 20-30 minutos por semana) y no de forma intermitente o discontinua. Nunca a alta intensidad. Es conveniente realizar calentamiento previo y 'enfriamiento' posterior (durante 5-10 minutos, acompañado de estiramientos y relajación antes y después de cada sesión).

Por todo ello, los expertos recomiendan comenzar poco a poco. No se necesita ir a un gimnasio para empezar, basta con iniciarse en el movimiento: un paseo diario o usar las escaleras en vez del ascensor, son buenas alternativas.

Recomendaciones por trimestres

  • Durante el primer trimestre hay menos peso, pero el riesgo de aborto es mayor, por lo que se deben evitar los esfuerzos agotadores, sobre todo si has tenido abortos previos o pérdidas. Se recomienda la natación, caminar, y ejercicios aeróbicos pero de intensidad moderada.
  • En el segundo trimestre el riesgo disminuye pero el volumen de la tripa empieza a molestar. Se puede continuar con la natación, caminar, bicicleta estática.
  • En el tercer trimestre, al final de la gestación los impedimentos físicos son mayores, pero es cuando más agradecemos las ventajas de hacer ejercicios suaves, como andar, realizar estiramientos o ejercicios sencillos de yoga o thai chi. En este período, la natación no es aconsejada por la posibilidad de infecciones vaginales o urinarias. Igualmente por la posibilidad de expulsar el tapón mucoso en la fase final del embarazo y que este hecho, pase desapercibido.

Los expertos también recomiendan dejar de hacer ejercicio en caso de:

- Mareos o dolor de cabeza

- Falta de aliento

- Dolor en el pecho o palpitaciones (latidos del corazón irregulares, muy rápidos o poco rítmicos).

- Contracciones uterinas fuertes.

- Pérdida de líquido o sangrado vaginal.

- Disminución de los movimientos fetales.

- Si le ocurre esto se aconseja no hacer ejercicio y consultar con su especialista.

Y recuerda: antes de iniciarte en el deporte si estás embarazada, debes consultar con tu médico, porque hay condiciones específicas que contraindican el ejercicio físico en la gestación. Es el caso de futuras mamás, con enfermedad pulmonar restrictiva, con embarazo múltiple o con riesgo de parto prematuro, que tienen placenta previa o preeclampsia, por citar algunos ejemplos.

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