Inés Laffón, la WAG más desconocida del Real Madrid

La joven sale con Álvaro Odriozola, con el que comparte su pasión por los caballos de carreras

La pareja, Inés y Álvaro, posa para el número de la revista '¡HOLA!'

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Inés Laffón, pertenciente a una conocida familia de Sevilla por parte de padre y a una ilustre saga de criadores de caballos de carreras de Francia por parte de madre, nos ha abierto las puertas del castillo familiar en Normandía. En el último número de ¡HOLA!, la joven nos recibe en la fabulosa propiedad, a seis kilómetros de Deauville, que su bisabuelo Alec Head —que era amigo de la reina Isabel II de Inglaterra— adquirió en 1958.

La entrevistada posa en su entrevista para '¡HOLA!' delante del histórico castillo familiar.©Álvaro Medina
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En el reportaje, Inés, que es prima hermana de Rocío Laffón, ‘Rochi’, muy popular por su amistad con Victoria de Marichalar, posa en diferentes rincones de la yeguada que sigue capitaneando su abuela, la primera mujer entrenadora de caballos. Junto a ella, aunque en un discreto segundo plano, aparece Álvaro Odriozola, el defensa del Real Madrid con el que sale desde hace unos años y con el que comparte su pasión por el turf.

Álvaro, que es propietario de la Cuadra Bernardo, a la que llamó así en honor a su abuelo, del que heredó su afición a los caballos de carreras, “tiene una pasión y un amor por el caballo muy difícil de explicar; es un enamorado del caballo como animal y por supuesto de las carreras en particular”, cuenta Inés. “Cuando viene aquí —dice, refiriéndose a la yeguada de su familia— dice que viene al Disneyland de los caballos... imagínate lo que significa este lugar para nosotros, es simplemente mágico. Aquí desaparece toda la presión que tiene durante la temporada y cogemos muchas fuerzas”.

La pareja, Inés y Álvaro, posa para el número de la revista '¡HOLA!'©Álvaro Medina
Inés y Álvaro, en “Haras du Quesnay”, la yeguada que la familia de ella posee en Normandía

Inés nació y se crió en Francia y hoy reside en Madrid junto a su pareja. “Siempre quise ir a España, por lo que una vez finalizada mi carrera busqué trabajo en Madrid y llevo siete años trabajando en BDO, en finacial Advisory, más concretamente en valoración de empresas”, nos cuenta la novia del jugador donostiarra, que no se ajusta al cliché de otras WAGs (siglas en inglés que se usan para designar a las atractivas novias o mujeres de los futbolistas), y que de hecho, es una de las más desconocidas de las parejas del equipo merengue.

—¿Cómo es compartir tu vida con una estrella del balón?

—Me encanta poder estar a su lado mientras va cumpliendo sueños. Vivir de tu pasión es una gran suerte y Álvaro ha trabajado mucho para llegar donde está. Por un lado, es una vida soñada, pero por otro, también conlleva muchos sacrificios, tanto por su parte como por la mía. De un día para otro te puedes ir a otro país, no existen los fines de semana ni la vacaciones... pero Álvaro hace que todo sea mucho más fácil. Lo que más me enamora de él es su humildad, su lealtad y, sobre todo, su nobleza con su gente. Vivimos una vida muy tranquila rodeados de nuestra familia y amigos como cualquier persona.

Inés posa en una de sus zonas favoritas del castillo: la yeguada©Álvaro Medina

—¿Te gusta el fútbol? ¿Eres seguidora de algún equipo?

—La verdad, antes de conocer a Alvaro no sabía absolutamente nada de fútbol, pero al vivir su día a día le he ido cogiendo el gusto y he ido aprendiendo más y más hasta darme cuenta de que es un deporte maravilloso. Le he cogido mucho cariño a cada club en el que ha estado Álvaro en los últimos años, el Madrid, el Bayern de Múnich y la Fiorentina y soy seguidora del equipo en el que esté.

—Como dices, el año pasado en Florencia, ahora en Madrid, el año que viene, quién sabe… ¿Tu trabajo te permite seguir a Álvaro allá donde le lleve el fútbol?

—Desde que conocí a Álvaro hemos vivido en Múnich, Florencia y Madrid. A Múnich me pude ir porque fue al inicio de la pandemia y las oficinas estaban cerradas. A raíz de eso surgió el teletrabajo, lo que me ha permitido seguirle a todas partes volviendo a Madrid de vez en cuando para atender compromisos profesionales. Vivir fuera es una faceta muy enriquecedora del fútbol: nos une mucho y nos permite conocer a gente maravillosa.


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