Ana Duato nos habla de su hijo Miguel Bernardeau: ‘Estoy muy orgullosa de su éxito’
La actriz lleva veinte años siendo Merche en ‘Cuéntame como pasó’ una mujer que ‘nos sigue sorprendiendo, la primera a mí’
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Merche sin duda ha sido un proyecto de vida para mí, son 20 años interpretando a un personaje que me alimenta en mi vida profesional y personal. Me enseña, me da otra mirada. Y además siempre que interpretas a un personaje entras en un juego, vives otra vida, y Mercedes ha sido un personaje valiente y muy moderno para su época, muy evolucionada, y lo sigue siendo después de tanto tiempo. Es un personaje que se moderniza cada temporada, es una mujer que no deja de sorprendernos, la primera a mí”, nos dice Ana Duato sobre el papel que lleva interpretando dos décadas –el 13 de septiembre se cumplen veinte años de la emisión del primer capítulo de Cuéntame cómo pasó, la serie más longeva de la televisión-. Hablamos con la actriz de la vida, el amor, y del orgullo de ser madre de uno de los actores del momento, Miguel Bernardeau, Guzmán en Elite”.
¿Contestas si te llaman Mercedes?
Sí, me suelen llamar Merche, pero sobre todo Milano.
¿En qué te ha influido ella?
Mercedes es una mujer que me ha enseñado mucho, sobre todo, porque está hecha de muchas mujeres, con muchas vidas y muchas experiencias, y me ha enseñado a ver la vida de una manera diferente, mucho más profunda y real, a saber diferenciar lo que de verdad importa.
Veintiuna temporadas, increíble…¿un sueño alcanzado o nunca pudiste imaginar llegar hasta aquí?
La verdad es que sí, que nunca pensamos que íbamos a llegar a 21 temporadas, ya nos parecía un sueño llegar a los 100 capítulos. El primer director, Tito Fernández, siempre decía: “¡Vamos a hacer 100 capítulos de Cuéntame!” y todos lo mirábamos como si estuviera loco. Nunca pensábamos que llegaríamos hasta aquí, pero siempre hemos avanzado de una manera natural, evolucionando y creciendo como los personajes y como lo que representamos, una España que ha crecido y evolucionado a lo largo de todos estos años.
Esta temporada nos lleva al presente, a este momento del coronavirus ¿Cómo estás viviendo todo esto que está pasando?
El hecho de que empecemos en el 2020 y volvamos al 1992, hace que se convierta en lo que es la vida, un círculo que se cierra, que tiene conexión.
¿Cómo han sido las incorporaciones de Silvia Abascal y de Carlos Hipólito?
Las incorporaciones de Silvia Abascal y de Carlos Hipólito han sido un regalo. Carlos ha dado la voz en off a lo largo de todos estos años, por tanto, ya ha formado parte de Cuéntame de alguna manera, pero ahora, al representar al personaje de Carlos y ser él el que cuenta la historia, es muy emocionante y emotivo. Silvia es una actriz maravillosa con una sensibilidad tremenda, cuando empezamos en el 2020 siendo ella María, nuestra hija doctora, con todo el peso del sacrificio y la entrega que ha tenido todo el equipo sanitario, se hace un personaje muy querido desde el primer momento.
Un personaje que interpretas desde hace casi veinte años ¿te sigue planteando retos?
Este personaje que interpreto desde hace casi 20 años me plantea retos cada temporada, bueno de hecho cada día, porque es un personaje lleno de muchas mujeres que se alimenta de historias atemporales de mujeres que han crecido, que se han superado por ellas mismas y por su familia.
¿Merche ha sido un proyecto de vida para ti, Ana?
Merche sin duda ha sido un proyecto de vida para mí, son 20 años interpretando a un personaje que me alimenta en mi vida profesional y personal. Me enseña, me da otra mirada. Y además siempre que interpretas a un personaje, entras en un juego, vives otra vida, y Mercedes ha sido un personaje valiente y muy moderno para su época, muy evolucionada, y lo sigue siendo después de tanto tiempo. Es un personaje que se moderniza cada temporada, es una mujer que no deja de sorprendernos, la primera a mí.
¿Existe de verdad una gran familia en Cuéntame?
Sin duda, y creo que no solo somos la familia artística, sino también la familia de técnicos que hacen posible que Cuéntame pueda seguir siendo un atractivo, año tras año. Nuestro motor es seguir haciéndolo bien cada día, en ese sentido, es una serie que está muy viva, estamos muy activos y es una serie que se renueva año tras año con energías y ganas a nivel técnico, de lenguaje narrativo y audiovisual. Sentimos una gran responsabilidad.
¿Cómo ha sido tener todos estos años al lado a una ‘madre’ como María Galiana?
Un lujo. María Galiana es una actriz maravillosa. Puede hacer cualquier cosa que te llega porque es una actriz que trabaja con la verdad. A nivel personal es una sabia de la vida, una mujer que me inspira para hacer a Merche. Una mujer luchadora que ha tenido una carrera profesional, ha criado unos hijos, y con un nivel intelectual altísimo, aparte de ser nuestra memoria intelectual en la serie. María tiene, de todas, la mirada más moderna ante la vida.
¿Un amor como el de Antonio y Merche puede existir en la vida real?
Afortunadamente, sí. Conozco gente que se ama de por vida, que crecen juntos aunque también tienen sus cosas, como Merche y Antonio, que han tenido que separarse un rato para encontrarse otra vez, pero afortunadamente yo sigo creyendo en el amor de toda un vida. Hay muchas formas y muchas facetas de amar, está la pasión, el acompañarse, el compartir cosas juntos y también el necesitarse, que es otra manifestación de amarse.
Siempre hablas de Imanol con mucho cariño…¿recuerdas cómo y cuándo lo conociste?
Por supuesto que recuerdo como lo conocí. Fue en la serie Brigada central, que se ha emitido también para Televisión Española, dirigida por Pedro Masó, donde él interpretaba al comisario Flores y yo era una inspectora que entraba a trabajar; en ese momento Imanol ya era una gran estrella. Siempre ha sido un actor generoso a la hora de trabajar con sus compañeros, creativo, un líder para todos, y lo sigue siendo.
¿Es cierto que el apodo Milano, con el que Antonio te llama en la serie, fue una idea de Imanol?
Sí, fue idea de Imanol, porque así es como se llama su madre: Milano. El padre de Imanol se lo llamaba a su mujer porque, de una familia de morenas, ella era rubia y de ojos azules, así que ese apodo tiene un valor muy especial. Imanol siempre ha enriquecido mucho a la serie con recuerdos de su familia. Todos aportamos de alguna manera a la vida de los Alcántara porque, al final, todos somos más o menos iguales, parecidos.
¿A tus hijos en la ficción, los quieres como si fueran reales?
Claro que los quiero muchísimo. Yo tengo a mis hijos reales, que ya sabréis que es un amor incomparable a nada, pero a mis hijos de la ficción los quiero muchísimo. Les he visto crecer y forman parte de mi vida.
Que tu hijo Miguel haya seguido tus pasos ¿qué te parece?
Me siento muy orgullosa de su éxito y de como afronta, no solo el éxito, sino la profesión, el trabajo y la responsabilidad y el compromiso que tiene con su profesión.
¿Ana es tan familiar como Merche?
Mucho. Para mí, lo más importante es mi familia.
¿Habrá más temporadas de ‘Cuéntame’?
Bueno, yo creo que Cuéntame es infinito, así que vamos a ver... hasta donde lleguemos.
Y cuando termine ¿cómo te despedirás de Mercedes, estás preparada para ese adiós?
No lo sé, cuando termine ya veremos, porque creo que una de las sabias cosas que ha aprendido Mercedes, es a vivir el presente, después de todo lo que ha pasado. Cuando va pasando el tiempo, pasan tantas cosas y todo cambia tan deprisa, uno aprende a vivir más el presente, y esto es lo que hay. Todavía queda Merche para rato, y tiene todavía muchas cosas que contar y que vivir. Cuéntame es como la vida misma.
Si no hubiera existido nunca Mercedes…
Habría tenido otra vida, pero ese es el quiz de la vida, ¿no? ¿Qué habría pasado si no hubiese conocido a…? ¿Qué habría pasado si no hubiese nacido…? ¿Qué habría pasado si no hubiese hecho esto…? Sin Mercedes, habría tenido otra vida, que se queda ahí, en el limbo de las cosas de ‘¿qué habría pasado si…?’
Vienes de una familia de pediatras…incluso estabas preparada para serlo…pero el camino fue otro…
Sí, es verdad que a mi me gusta mucho el mundo de la medicina y los niños, además he tenido la suerte de interpretar a una pediatra y a una médico, y así he podido vivir muchas vidas, es la suerte de esta profesión. Esto te enriquece mucho, es como una novela, aprendes de la vida de los demás.
¿Qué queda de aquella chiquilla que se fue a Madrid de su Valencia natal para ser actriz?
Pues queda mucho… la ilusión. Madrid es mi casa, mi hogar, y me ha dado mi vida, pero sigo sintiendo aquella cosa maravillosa que uno tiene al llegar a Madrid y sentirte como aquella chica que llegó en su día con la misma ilusión. Me sigo sintiendo en muchos aspectos con las mismas ilusiones del primer día. Madrid es una ciudad abierta, y me sigo sintiendo con todos mis sueños abiertos para que se puedan cumplir.
¿Tu mayor tesoro, Ana?
Mi marido y mis hijos.
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