CASTELLÓN
Es una de las grandes desconocidas de España y no será por méritos, pues, como las otras levantinas, cuenta con un clima envidiable, buenas playas, monumentos interesantes y excelentes arroces. Y, además, ahí al lado están dos atractivos naturales: las islas Columbretes y el Parque Natural del Desierto de las Palmas. Bien lo sabe Miguel Ángel Silvestre, que apoya esta candidatura.
Los planes más apetecibles:
- Un arrocito en el Grao. Ya lo cantaba Manolo García, que había que ir a comer un arrocito a Castellón y ningún lugar mejor que el distrito marítimo. Dos buenos lugares para probarlo son Casa Lola (casalolaelgrau.com), que prepara un copioso arroz a banda, además de otras variedades, y Mediterráneo (restaurante-mediterraneo.com), con 80 años de historia detrás.
- El esmorzaret. Así llaman aquí al bocadillo de media mañana, que se puede degustar, entre otros sitios, en el Bar del Mercat, junto al Mercat Central.
- El Mercado de la Naranja. Cada domingo en la céntrica plaza Fadrell, los agricultores montan sus puestos con montañas de este cítrico que recogen en los infinitos naranjales de la comarca.
- Las pelotas de fraile. Uno de los dulces más típicos de Castellón son estas bolas de masa esponjosa rellenas de crema pastelera y recubiertas de azúcar también conocidas como berlinas. En la pastelería Macián (Mayor, 12) las hornean desde 1950.
- Figues albardaes (buñuelos de higo) y churros bravos, con longaniza y morcilla, con bacalao y alioli de tinta... Estas especialidades se elaboran en la Botiga de la Figa (San Félix, 6).