El teatro y todas las artes escénicas en general son una de las manifestaciones artísticas más antiguas que existen. Sus orígenes, ya sabemos, se remontan a la Grecia clásica (el término teatro procede del griego clásico théatron, que significa representación) y comenzó con las primeras tragedias de la Antigüedad. Sí, el teatro, en origen, era tragedia. Una disciplina que, a diferencia de otras artes como la música o la pintura, no ha experimentado una gran evolución, salvo precisamente, por las temáticas que aborda. Y aunque hoy en día se continúan representando grandes obras de autores clásicos como Sófocles o Aristófanes, el teatro se ha convertido en una herramienta pedagógica que nos ayuda a fomentar la capacidad de expresión y comunicación de adultos y niños. Y nosotros la recogemos para activar esta función aprovechando las vacaciones de verano.

El teatro, una herramienta educativa perfecta para el verano

El teatro, con sus más de dos mil años de historia, se está convirtiendo cada vez más en una herramienta innovadora para los centros educativos, nos cuenta Raquel Hermosilla, responsable del grupo de teatro Arcadia del Colegio Brains International. Además de “potenciar cualidades específicas tradicionales como la expresión corporal, la memoria el sentido espacial o la sensibilidad artística, el teatro tiene la capacidad de desarrollar otras aptitudes como trabajar la sensibilidad artística o el sentimiento de pertenencia a un grupo”, nos explica.

Así, los grandes beneficios que obtenemos con su práctica, ya no solo en el aula, sino también en casa o con actividades extraescolares, nos resume Raquel Hermosilla son:

• Mejora la autoestima y la autoconfianza de los niños.
• Favorece las relaciones entre los niños, entre alumnos y profesores o entre hijos y padres.
• Fomenta la socialización y la tolerancia entre compañeros.
• Aporta disciplina.
• Y, además, alimenta la inquietud intelectual de los niños.

Por último, no debemos dejar de lado que el teatro, según nos dice la experta, “nos permite sembrar inquietudes en los niños y es una manera perfecta de embarcarnos en una aventura colectiva, hacer que se conozcan a sí mismos y que se sorprendan con algunas de sus capacidades. Les permite conocerse a sí mismos y conocer a los demás”. Es por ello que puede convertirse en los deberes perfectos para este verano.

Ideas para practicar el teatro en casa estas vacaciones

Representar una obra de teatro en casa es bastante sencillo y no hace falta ser un gran profesional. Basta con disfrazarse, coger un libro e intentar representar la historia que nos cuenta o, incluso, inventarla. Pero si tu imaginación está un poco parada, te dejamos algunas ideas para que puedas potenciar el teatro estas vacaciones con tus hijos. Eso sí, es un plan en familia.

• La escena muda y en silencio: se trata de elegir un momento del día que todos conozcáis bien -por ejemplo, cuando os despertáis por la mañana- y dramatizarlo, sin palabras ni sonidos por nuestra parte, solo con música de fondo.
• Resumen de las vacaciones: en un saco, metemos papeles con momentos de nuestras vacaciones anotados. Cada uno saca uno y tiene que representar ese momento lo más fiel posible. Los demás, ¡deben adivinarlo!
• El tráiler casero: elegir un par de escenas de vuestras películas favoritas y dramatizarlas en casa, intentando que los demás la adivinen y puntúen la actuación. Esta es una opción estupenda para disfrazarse y maquillarse.
• El imitador: para esta idea, tenéis que tener mucho humor. Se trata de elegir un personaje o miembro de la familia y, con todos los elementos que tengamos a nuestro alcance, imitarle hasta que los demás adivinen de quién se trata.
• La pieza comercial: elige un producto o elemento que tengáis en casa, (cuanto más raro sea, mejor) y describirlo con sus características, por qué deberíais comprarlo, etc. Es decir, crear un spot publicitario casero.