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Tu cabello también nota los efectos de una época plagada de cambios en la vida de la mujer como es la menopausia. No solo puedes notar que ganas peso, que aparecen los sofocos o que notas la piel más seca. Hay además síntomas que delatan que también a tu pelo le está influyendo esta etapa. Así, aunque cada caso y cada mujer es diferente, a partir de los 40, las mujeres ya pueden empezar a notar que su pelo no es el mismo que antes, y se empiezan a experimentar ciertos problemas capilares que antes no teníamos.
“Con la llegada de la menopausia, se produce un fuerte cambio hormonal entre los estrógenos (hormona femenina) y los andrógenos (hormona masculina). En este momento, se origina un descenso progresivo de los estrógenos mientras que la testosterona se mantiene estable, y esto, unido a la llegada de la menopausia en la que los ovarios dejan de producir esta hormona, provoca que el ciclo del cabello cambie, se acorte y éste haga que se caiga el pelo con una mayor facilidad”, explica la doctora Basilisa Martínez, directora médica de Insparya en Valencia.
Tal y como nos detallan el doctor Miguel Sánchez Viera y la doctora Isabel del Campo, director y dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI) de Madrid, la menopausia se produce cuando lo ovarios dejan de funcionar y por tanto de producir las dos hormonas femeninas por excelencia: estrógenos y progesterona. “Son precisamente estas hormonas las que protegen a la mujer de enfermedades cardio y cerebro vasculares, de la osteoporosis (pérdida de calcio en los huesos), de la pérdida de colágeno y elastina, de la falta de deseo sexual y, también, de la pérdida de cabello”, nos cuentan.
Y ambos expertos añaden que, en el caso del cabello, el aumento de los niveles de testosterona a la vez de la bajada de las hormonas femeninas pueden provocar la pérdida de cabello especialmente en las mujeres que tienen antecedentes de familiares de alopecia androgenética. “Es decir, no todas las mujeres con la llegada de la menopausia ven como se deteriora la salud de su cabello, aunque es la etapa de la vida de la mujer en la que es más prevalente la pérdida de cabello”, comentan los expertos de IDEI.
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Una etapa llena de cambios, también para tu pelo
Sin duda es la etapa en la vida de la mujer en la que se producen más cambios. Y esto incluye cambios a nivel del cabello. “La alopecia más habitual con la llegada de la menopausia es la alopecia androgenética. Esta se desarrolla debido a que los andrógenos (hormonas masculinas), antes inhibidas por los altos niveles de estrógenos, empiezan a actuar en el cabello de la misma manera que actúan en los hombres. Primero pasan por un proceso de miniaturización (se vuelven más débiles y finos) para acabar cayéndose de manera irreversible. La caída, sin embargo, se produce en la parte superior de la cabeza y de una manera difusa, sin afectar a línea frontal de crecimiento del cabello”, explican los dermatólogos de IDEI.
Y nos cuentan que otro tipo de alopecia que suelen presentar las mujeres con la llegada de la menopausia pero con mucha menos frecuencia: la alopecia frontal fibrosante. Se desarrolla lentamente, desplazando la línea de crecimiento del cabello hacia atrás. Es un tipo de alopecia que también está asociada a factores autoinmunes, de forma que es el propio organismo el que ataca el cabello haciendo que se caiga.
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Síntomas de que tu melena cambia en la menopausia
Así, durante esta etapa, las mujeres deben estar atentas ante la presencia de algunas señales que indican este cambio: su melena comienza a perder grosor, aumenta la caída, falta de brillo en el pelo, cambio de textura o incluso observar que el cabello está más seco y quebradizo.
“Con la llegada de la menopausia hay que prestar atención a diferentes signos que pueden hacernos pensar que se está empezando a sufrir pérdida de cabello. Es fundamental conocerlos para poder acudir al dermatólogo y tras un diagnóstico (historia clínica, estudio tricológico, prueba de tracción y análisis sanguíneo) paute precozmente el tratamiento adecuado al tipo de alopecia que se padece. En estos casos, la caída puede remitir y se puede recuperar la totalidad del cabello (con la misma fortaleza y grosor) que se tenía antes de la llegada de la menopausia”, comentan el doctor Sánchez Viera y la doctora Del Campo.
Los signos ante los que debemos estar alerta son:
- Debilitamiento del cabello: es más fino y no llega a su crecimiento normal.
- Cabello más seco y quebradizo.
- Pérdida de densidad: se empieza a ver el cuero cabelludo por la parte superior de la cabeza.
- La línea frontal de crecimiento del cabello va retirándose lentamente hacia la zona trasera de la cabeza.
“Hay que concienciar a estas pacientes sobre la necesidad de tratar y cuidar el cabello de forma preventiva, para tratar de reducir al máximo estos efectos de la menopausia”, comenta la doctora Martínez.
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Darle al cabello la importancia que tiene
¿Les prestamos la atención que merecen a esos cambios en la salud de nuestro cabello cuando llega la menopausia o pensamos que son cosas de la edad y no actuamos? “Cada vez es más habitual que las mujeres acudan al especialista cuando notan pérdida de cabello, ya que la alopecia es una patología que tiene un gran componente emocional y de pérdida de autoestima, incluso más que en los hombres. En la actualidad es menos habitual ver que mujeres entre los 40 y 50 años (franja de edad en la que es más frecuente que se desarrolle la menopausia) con alopecias avanzadas. De hecho, hay un importante aumento de las consultas de alopecia con pacientes mujeres. Son más conocedoras de que existen tratamientos tópicos, orales, intradérmicos e implantes de cabello que pueden solucionar su problema”, nos dicen los expertos de IDEI.
Más vale prevenir
Por eso, es importante cuidar el cabello adecuadamente para prevenir la caída de cabello en la menopausia. Hay una serie de consejos útiles que se deben tener en cuenta siempre, como comer de forma equilibrada, hacer ejercicio de forma regular o cuidar la higiene. De forma más concreta, la doctora Basilisa Martínez nos da algunos consejos para lucir una bonita melena también durante esta etapa:
- Alimentación. Una correcta elección de los alimentos es siempre un tratamiento excelente para el cabello, por eso, mantener una buena alimentación sana y equilibrada nos ayudará a no tener ningún déficit en nutrientes esenciales para el cabello.
- Deporte. Llevar una vida activa es muy recomendable para nuestro cabello. Cuando practicamos ejercicio el flujo sanguíneo y la oxigenación se activan, ayudando a mejorar la tonificación del cuero cabelludo y a prevenir la caída de pelo.
- Cuidar la higiene. Seguir una correcta higiene y lavarse el cabello a diario es clave a la hora de tener un cabello sano.
- Evitar el tabaco y el alcohol, así como utilizar suplementos vitamínicos que ayuden a completar las posibles carencias, siempre bajo la supervisión médica, también es muy recomendable.
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Vitaminas para tu pelo
La salud del cabello durante la menopausia puede mejorarse, en opinión de los dermatólogos de IDEI tomando una serie de vitaminas. Como son la A, con una gran capacidad antioxidante; las del grupo B, ayudan a transportar oxígeno y nutrientes al cuero cabelludo para que el cabello crezca más fuerte; la vitamina C, que ayuda a las defensas del organismo y aumenta la circulación de la sangre hacia el folículo piloso; la D, ayuda a crear nuevos folículos pilosos; y la vitamina E, estimulante del crecimiento del cabello.
“La hidratación también es necesaria para evitar la caída del cabello durante la menopausia, al mantener la salud del organismo también permite que el folículo piloso se mantenga oxigenado y con una buena circulación en las raíces”, comentan, y añaden que, por supuesto, ante la sospecha de que se está perdiendo más cabello de lo normal (se pierden entre 100-150 pelos al día) acudir al especialista para que haga una valoración.
La dieta, buena aliada de nuestro pelo
Sin duda, lo que comemos influye, y mucho, en la salud del cabello de la mujer en la menopausia. Como decíamos, se trata de una fase de la mujer donde los estrógenos y progesterona disminuyen y esto supone una alteración metabólica que, en opinión de la doctora Marta Hermosín, especialista en Nutrición y Dermocosmética del Instituto de Dermatología Integral, debe ser reforzada a través de la alimentación y suplementos. “Los niveles de calcio, el hierro, vitamina D, perfil lipídico… se alteran y todos estos valores influyen de forma directa en el cabello. Una alimentación rica en Omega 3 y 6, vitaminas, entre ellas, las del grupo B, minerales como el hierro, selenio, magnesio… serán claves para un crecimiento adecuado del cabello y el cuidado cuero cabelludo”, cuenta la especialista en Nutrición. Además, añade que una dieta rica en estrógenos vegetales naturales como los presentes en la soja, las espinacas y verduras de hoja verde ricas en ácido fólico, los frutos secos como las nueces, pistachos y las almendras y los pescados azules serán fundamentales.
“Frutos rojos como las moras frambuesas o las fresas, que son ricas en vitamina C tendrán un gran poder antioxidante, y proteínas de alto valor biológico y ricas en hierro como los mejillones y las almejas serán necesarios para dar vitalidad al cabello. Una buena hidratación y los cítricos serán la mejor forma de sellar un tratamiento perfecto para reforzar esta etapa de la mujer, donde los cambios hormonales tienen una consecuencia a nivel no sólo hormonal sino también endocrino y metabólico”, concluye.
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