Hacer dieta en enero, ¿buena o mala idea?

Hablamos con una nutricionista sobre cómo debemos afrontar el comienzo del año desde el punto de vista nutricional

Por Pilar Hernán

Ya hemos dado la bienvenida al año nuevo y a la espera de la última concesión, en forma de roscón de Reyes (sí, con chocolate, por qué no), toca recuperar las buenas costumbres en lo que a nuestra alimentación se refiere. Hay personas que, de hecho, no dudan en empezar el año poniéndose a dieta. ¿Un error? “Empieza el año con el mejor de los propósitos, encontrar el equilibrio físico y mental para alcanzar cualquier objetivo que te propongas. Hay que olvidarse de las dietas agresivas que nos hacen sentir más débiles y malnutridos. Enero es un mes para enfocarse en los nuevos retos personales y para ello necesitamos la mejor nutrición. Enero debería ser un mes en el que enfoquemos las buenas rutinas que nos acompañaran todo el año”, nos explica la nutricionista Elisa Blázquez (@elisa.blazquez), directora del equipo de "Tu nutricionista integrativa".

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Alimentación realista y consciente

Para comenzar con buenas rutinas tenemos que ser realistas, de nada sirve comenzar con dietas y planes de actividad física que no voy a poder mantener en el tiempo. “Para planificarte bien te propongo: apunta tus propósitos claros, cómo pretendes conseguirlos y cómo vas a organizarte para conseguirlos. Mi consejo es que no pongas fecha límite, apunta bien claro que son rutinas duraderas que llegan para quedarse”, nos cuenta.

En opinión de la experta, la mejor nutrición post-navideña se basa en comida real sin ultraprocesados, horarios organizados y compra con previsión, escuchar al cuerpo y los pequeños síntomas, comer abundantes vegetales para depurarnos y equilibrar nuestro intestino y hacer ayunos intermitentes conscientes.

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Organiza tus horarios

  • Realiza tres comidas al día e intenta respetar los horarios.
  • Evita el picoteo constante.
  • Desayuna fuerte y con granos integrales, proteínas y grasas poliinsaturadas.
  • Un buen desayuno puede ser: fruta fresca, huevo revuelto, aguacate y pan de masa madre de centeno.

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Muchos vegetales esenciales para la salud digestiva y el hígado

La nutricionista recomienda incluir los vegetales en nuestra dieta, apostando por las siguientes opciones:

  • Vegetales amargos (alcachofa, escarola, endivias, rábanos, remolacha): todos ellos ayudan a nuestro hígado a depurarse.
  • Vegetales ricos en antioxidantes (frutos rojos, acai, verduras de hoja verde, zanahorias, brócoli, naranja, granada).
  • Vegetales que favorecen la eliminación de líquidos, ricos en potasio: piña, champiñones, bayaya, aguacate, espinacas).

Incorpora una ración de estos vegetales en las 3 comidas principales e intenta aportar la mayor variedad posible.

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Ayuno intermitente

“El ayuno intermitente es una estrategia depurativa fantástica. El descanso digestivo que supone dejar de absorber nutrientes, contribuye a que el organismo ponga en marcha los procesos de depuración. El ayuno mejora la microbiota intestinal y el tránsito, nos deshincha y desinflama, además favorece un buen descanso y nos sentimos con más energía y vitalidad”, nos cuenta Elisa Blázquez sobre esta estrategia nutricional. Y para incorporar el ayuno intermitente de manera equilibrada, recomienda las siguientes pautas:

  • Intentar no picar entre horas y dejar al menos 4 horas entre las comidas principales. Hidratarse bien durante estas horas con agua e infusiones.
  • Dejar 12 horas de ayuno nocturno durante la noche. Para ello debemos calcular la hora del desayuno y cenar a la misma hora. Si desayuno a las 8:00 a.m. ceno a las 8:00 p.m.
  • Un día a la semana, hacer una cena de semi-ayuno y tomar tan solo una sopa de verduras. O se puede ayunar con un caldo o infusión.