Cuidar el suelo pélvico debería ser una prioridad para las mujeres, Y es que una musculatura del suelo pélvico en buenas condiciones nos aporta un buen número de beneficios, y es que ayuda a facilitar el parto vaginal, a prevenir la aparición de problemas como la incontinencia, a que las relaciones sexuales sean placenteras y, además, también sostiene todos los órganos internos del abdomen. Y no podemos perder de vista que, como sucede con cualquier otra parte del cuerpo, cuando tenemos episodios de estrés, estos pueden tener un impacto significativo en la salud de tu suelo pélvico. Y es que piénsalo, cuando estás tensa o te sientes nerviosa, ¿te encuentras alguna vez apretando los músculos del glúteo? Aunque se trata de una respuesta normal, cuando se produce por estrés crónico, puede provocar todo tipo de trastornos del suelo pélvico, desde dolor durante las relaciones sexuales, prolapso de órganos pélvicos o dolor lumbar hasta disfunción de la vejiga y estreñimiento.
“Por otro lado, existen ciertos factores de estrés físico, como el parto o las lesiones, que pueden debilitar el suelo pélvico y causar tejido cicatricial como parte del proceso de curación. Esta acumulación excesiva de tejido puede provocar dificultades para quedarse embarazada, disminución del bienestar sexual y menos sensación de comodidad”, cuentan los expertos de Intimina.
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