Si tienes estas molestias en la lengua, puedes tener papilitis lingual

Es una afección que puede ser dolorosa, que causa una inflamación que afecta a las papilas, pero que suele ser de de carácter transitorio y reversible

Por Pilar Hernán

Prestamos atención al cuidado de nuestros dientes, pero no somos conscientes, en muchas ocasiones, de nuestra lengua. Solo nos acordamos de ella cuando tiene algún problema, como puede ser el que nos ocupa, la papilitis lingual, una afección que puede ser, sin duda, molesta, o incluso dolorosa para quien la sufre. Hablamos sobre esta patología de nuestra boca con Manuela Escorial, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.

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¿Qué es lo que conocemos como papilitis lingual?

La papilitis afecta a las papilas gustativas fungiformes, unos bultitos presentes en el dorso y bordes de la lengua y que, entre otras funciones, nos permiten identificar sabores amargos o cambios de temperatura. Se trata de una inflamación que afecta a estas papilas, de carácter transitorio y reversible.

¿Es un problema muy doloroso?

En la mayoría de los casos se presentan molestias leves que van desapareciendo con los cuidados adecuados. Sólo en cuadros muy agudos, a veces, es necesario recurrir a algún fármaco antiinflamatorio

¿Hay personas con más riesgo de padecerlo?

La papilitis afecta aproximadamente a un 50 % de la población mundial, pero aparece con mayor frecuencia en mujeres, ya que tienen un mayor número de papilas gustativas que los hombres. También se puede dar en niños.

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¿Cuáles son las causas que influyen en la aparición de este problema?

Este problema puede tener numerosas causas. Puede darse por una irritación de la lengua causada por consumir alimentos ácidos, por déficit de vitaminas, por un uso excesivo del enjuague bucal, por reacciones alérgicas a ciertos alimentos, por algún corte o lesión en la lengua o incluso a causa de un herpes o alguna otra infección causada por un hongo, como la candidiasis, además el estrés o cambios hormonales también puede desencadenar una papilitis.

¿Cuáles son las señales que nos indican que podemos padecer papilitis?

Normalmente los granos en la lengua suelen ser algo benigno y sin importancia, por lo que suelen desaparecen rápidamente. Si no desaparecen a los pocos días, o cambian de aspecto, se recomienda encarecidamente acudir al odontólogo.

¿Hay distintos tipos de papilitis?

Sí, existen diversos tipos. Por un lado, está la papilitis lingual transitoria, la más común. Aparece en forma de bulto, normalmente blanco o incluso enrojecido en la zona de la punta de la lengua. A los pocos días tiende a desaparecer, aunque suele ser recurrente durante unas semanas. Por otro lado, está la papilitis lingual papuloqueratótica, que produce pequeños bultos de color blanco por toda la superficie de la lengua. Son también persistentes y duran más días, pero acaban desapareciendo y no producen casi síntomas añadidos. Por último, también tenemos la papilitis lingual eruptiva. Esta se suele dar cuando existe un cuadro febril previo o una inflamación de la glándula linfática. Suele durar más que los tipos anteriores, pero lo normal es que las lesiones desaparezcan en una o dos semanas. Es muy común en niños.

Una vez diagnosticado, ¿cuál es el tratamiento que debemos seguir?

Aunque no existe un tratamiento concreto, sí hay una serie de recomendaciones que ayudan a reducir los síntomas y a mejorar la inflamación, como por ejemplo usar colutorios antisépticos, realizar enjuagues orales con agua templada y sal o tomar bebidas frías.

No solemos prestar atención al cuidado e higiene de nuestra lengua, ¿es recomendable hacerlo?

Es importante completar la higiene bucal diaria con la limpieza de la lengua. Se puede utilizar el propio cepillo o un raspador lingual. La higiene lingual es fundamental y además nos permitirá poder identificar cualquier cambio que se produzca sobre su anatomía, incluidas las papilas. Determinados cambios en el aspecto de la lengua pueden ser indicativos de alteraciones en la salud general como por ejemplo un estado carencial como la anemia.