El flato o el cansancio, a veces tan extremo que impide seguir con el ejercicio, son habituales en personas que no han entrenado nunca o que no han hecho ejercicio regularmente y que, de repente, empiezan a practicar una actividad física exigente como puede ser el ejercicio de alta intensidad o, incluso, cuando se empieza a correr sin prepararse. En general, como decimos, la causa más probable de estas molestas situaciones son la falta de costumbre y empezar demasiado 'fuerte'. Sin embargo, otras veces puede ser causa de algún problema de salud, como por ejemplo, el asma inducida por el ejercicio o un problema cardiovascular.
Para comprender por qué se produce el flato, como prevenirlo así como para saber si tenemos que consultar con un especialista sobre si nuestro cansancio al hacer ejercicio es normal o no, hablamos con el entrenador personal Jesús Hernández, de SPS de Sanitas. El experto también nos explica cómo aprender a respirar para evitar la fatiga y poder aumentar nuestro rendimiento en el entrenamiento y disfrutar de él. Y es que hacer ejercicio no solo es bueno para nuestra salud física. También es importante para nuestro bienestar. Y para que podamos seguir entrenando y no abandonar, debemos estar motivados. Eso lo conseguimos disfrutando del deporte. Vamos a ver cuál es la razón del flato y qué podemos hacer para que no nos impida ejercitarnos.
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¿Por qué se produce el flato?
No existe una explicación corroborada y confirmada sobre su origen, sólo teorías lógicas como la tensión de la musculatura diafragmática y abdominal, movilización de gases internos o falta de riego sanguíneo en algún punto por mayor demanda en los músculos que estamos usando durante la carrera.
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