Buscamos y encontramos pareja en las redes sociales y en las aplicaciones móviles. Hace meses que nadie nos pregunta si tenemos un amigo para presentarle y nos hemos reconciliado con nuestra imagen en las fotografías porque ahora es 'la carta de presentación'. Hace apenas unos años, el peor final que podía tener una relación era por teléfono.
Ahora, si te llama para decirte que no siente lo de antes, casi que podrías darte por agradecida. Ha sido todo un gesto que te llamara cuando podría haberte enviado un mensaje por whatsapp. Acabar un vínculo sentimental es la peor parte y las herramientas digitales no saben, aún, solucionarlo.
Cuando el punto y final de una relación se avisa por mensaje de texto ante todo se está evitando presenciar una reacción. Hay un indicio de cobardía, entendible, pero no esperable. Muchas veces, cuando 'nos dejan', necesitamos conocer los motivos, indagar sobre ellos, preguntar una y mil veces lo mismo, mirar los ojos de la persona que se quiere, aunque sea por última vez.
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Todo comenzó con el post-it de 'Sexo en Nueva York'
Probablemente, antes de que una persona te rompiera el corazón dejándote de la manera más fría posible, te compadeciste de Carrie Bradshaw cuando Berger pegó un post-it en la ventanilla del taxi y le avisó, así, que termina con ella. Empatizamos con Carrie y quisimos consolarla, nos alegramos de que aún existieran Mr Big o Aidan y pensamos con preocupación: si así la dejan a Carrie lo que me espera a mi.
Dar por finalizada una relación por otra vía que no sea la presencial debería estar prohibido. Especialmente cuando, quien se marcha, no somos nosotras. La situación cambia, al menos un poco, si la opción de enviar un whatsapp para informar de la ruptura es propia. Imaginar que no veremos al otro llorando, enfadado, cuestionando o haciéndonos reproches nos alivia y se vuelve una opción tentadora. Recuerda que detrás del teléfono está la persona que alguna vez te hizo reír, con la que compartiste parte de tu vida.
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Fácil, rápido y con bloqueo incluído
Si buscamos el amor por plataformas digitales, bien podríamos terminarlas por la misma vía. Sin embargo, existe una diferencia imprescindible a tener en cuenta. Cuando buscabas pareja por internet lo hacías con desconocidos, cuando acabas un vínculo lo haces con alguien a quien conoces y has querido. La persona con la que has compartido tiempo, ilusiones y disgustos, se merece algo más que una notificación en el móvil y cinco líneas explicativas.
Cuando el final de la relación se hace de manera respetuosa, estamos demostrando nuestra sensatez y la honestidad con la que nos implicamos con el otro. Llorar, enfadarnos, volver a llorar y a preguntar los motivos de la decisión es algo intrínseco en el ser humano y nadie debería dejarnos sin ello.
¿Quién no ha recibido un mensaje de su amiga a media noche avisando que su ex la había bloqueado en el móvil? Si algo peor a ser dejada por whatsapp existe, es la imposibilidad de contactar remotamente con el otro. Es el corte definitivo y rotundo, es un 'no quiero saber más de ti, por si no te habías dado cuenta'.
Las opciones 'permitidas' para dejar una relación sin estar presente
Andrés Calamaro dice en una canción que todo lo que termina, termina mal, si no, no termina. Dentro de lo agobiante y triste que es una ruptura existen formas amables y hasta amorosas para hacerlo, si lo que quieres es evitar un cara a cara. Hay cartas emocionantes, canciones inmortales y libros que describen los sentimientos de la persona que se aleja. Historias que demuestran que no se trata de 'ganadores o perdedores', sino del amor que se acaba.
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