Su complicada infancia, sus anécdotas en Hollywood y la simpatía de su hijo... lo que aún no sabías de Ana Obregón

La artista ha invitado a Bertín Osborne a su casa y le ha contado algunos de los episodios más desconocidos de su vida

Por hola.com

Ana Obregón es uno de los rostros más conocidos del panorama del espectáculo en nuestro país y hay pocas cosas que no se sepan de ella. Sin embargo, la artista invitó a su casa a Bertín Osborne, en el primero de los programas del cantante de este año para revelarle algunos aspectos de su personalidad que quizá todavía no conocíamos. Además de su naturalidad y espontaneidad, las anécdotas más divertidas de su vida y los ejercicios que la mantienen así de estupenda y en forma, Ana se sentó junto a su hijo Álex, que, en la que ha sido su primera entrevista en televisión, habló de lo que le interesa y de la relación con su hermano Clemente.

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Actualmente, a pesar de que cada vez que se sube al escenario con su obra Sofocos consigue que la audiencia no pare de reírse, Ana confesó que no es feliz dado que su madre no se encuentra bien. “Mi madre es la típica mamá gallina que se ha dedicado a sus cinco hijos y a su marido” explicó. “Actualmente no estoy bien, sería genial hacer un drama, pero estamos haciendo una comedia, Sofocos plus, para hacer reír a la gente y es difícil hacer reír cuando tienes ganas de llorar, cuando llega el momento en que nos aplauden me voy corriendo a llorar, porque no estoy bien” dijo.

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La madre de Ana Obregón se recupera con el cariño de su hija y su nieto Álex

Siempre fue una niña muy imaginativa, explicó, de ahí el mote de "Anita la fantástica" y es que todo empezó cuando “estaba muy malita con 13 años y me gustaba imaginarme cosas”. Recordó este complicado episodio de su infancia, que marcó sus recuerdos. “Cuando tenía 13 años comencé a adelgazar y no sabíamos que me pasaba. Un día pasé por delante de la habitación de mis padres y le oí a mi madre decir que qué pena que me tuviesen que operar... Así fue como me enteré” explicó. “Lo que más me marcó fue pensar con 13 años que no había una mañana y que tenía que vivir cada día como si fuese el último. Tenía una especie de tumor en el estómago” confesó. Ese es el motivo por el que, en los tradicionales posados que hacía en verano, llevaba a veces triquini y también lo que le condicionó a estudiar biología (fue la segunda de su promoción).

Al terminar sus estudios se fue a Estados Unidos, aun sin saber inglés y con un currículum inventado porque pensaba que no la cogerían en ningún sitio si no, estudió teatro, estuvo lavando platos y por fin consiguió su oportunidad, un papel para una película con Bo Derek. “Cuando le dije a mi padre que quería ser actriz me dijo que primero acabase la carrera y después hiciese lo que me diese la gana" contó. Una etapa en América de la que recuerda algunas anécdotas como la paella que le cocinó a Steven Spielberg. “Mi madre me dijo cómo hacerla y se me olvidaron las notas. Además se fue la luz. La paella era lo más repugnante, pero estuvo educadísimo. No me salió ni amarillo el arroz” comentó.

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Fueron años en los que incluso estuvo una temporada viviendo en casa de Julio Iglesias (“me iba a contarles historias a su habitación a los hijos”).” Fueron cuatro años maravillosos, podría haber hecho alguna cosilla más en América pero no me arrepiento de lo que hice” asegura. Se enamoró entonces del deportista Fernando Martín y se volvió a España, aunque este fallecería en un trágico accidente de coche. “Aquello fue un mazazo” aseguró. “Él no quería que fuera actriz. Cuando tuvo el accidente estábamos cabreados por eso. El día anterior discutimos y no le volví a ver”, recordó. “Me hubiese gustado decirle que seguía enamorada de él” dijo.

Llegó después Alessandro Lequio, un hombre muy importante porque le dio a su hijo Álex, pero al que “prefiere como amigo”. Suker “era tan perfecto, que era demasiado perfecto” aclaró, mientras que a Darek no le cuenta entre sus amores, ya que aseguró que no significó nada. Aclaró que nunca tonteó con David Beckham, pero “se llevó una buena bronca de su mujer”. “Él me acribillaba a mensajes y le pilló el móvil. Yo estaba en el gimnasio y vi que venía Victoria, me agarró de la camiseta y me empezó a gritar” aclaró. Conoció también a Alberto de Mónaco, ¿cómo fue?: "Me viene un señor y me dice que hay alguien que le quiere conocer, y digo pues que venga. Voy porque insistió y era Alberto de Mónaco". Y dijo: "Alberto me gustó".

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Algo de lo que no le gusta hablar es de cómo se enteró que era objetivo de la banda terrorista ETA. “Estaba rodando con Vicente Aranda y lo vi en el periódico. Me llamó el ministro y le dije una barbaridad porque pensaba que era broma” recordó. Explicó que se había encontrado información sobre ella, lo que significaba que la estaban vigilando.

Una de las mejores cosas que quedará en su memoria ha ocurrido este año y es la reconciliación con Antonia Dell'Atte: "Estoy encantada, este año aparte del mazazo que ha sido lo de mi madre, el haber recuperado a Antonia, que es como de la familia, es que es la madre del hermano de mi hijo… cuando la vida se pone todo en su sitio y da gusto".

El hijo de Ana, Álex, se sentó también con Bertín para hablar de él, en la primera entrevista que se ha visto de él en televisión. Contó que ha estudiado en Estados Unidos: “Estuve en Carolina del norte, estudié cinco años, dos carreras ciencias políticas y filosofía” contó. “He terminado un master en marketing y ahora pienso ir un par de años a Estados Unidos, pero por ahora estoy aquí tranquilo” dijo y bromeó con la anécdota que protagonizó de niño cuando mordía los micrófonos de los periodistas.

Su pasión por los estudios y los libros viene de su padre: “Siempre he tenido a mi padre que ha sido como una conciencia, una voz, siempre es muy metodológico, Álex tienes que prepararte para el futuro, este no es tu futuro, tienes que cultivarte… reunir armas”. La relación con su madre también es excelente por supuesto: “Para mí es un ejemplo a seguir, ya en el nivel profesional, y en el día a día es como una amiga más, es como mis amigos, sale con nosotros, se viene a cenar con nosotros”.

Hace unos años, Álex retomó la relación con su hermano Clemente con el que se lleva estupendamente tal y como contó. “Cuando empezamos a volver a vernos hace cosa de tres o cuatro años, es impresionante cómo juegan los genes, aunque no hayas visto a esa persona en toda tu vida, te sientas con él y parece que lo conoces de siempre y nos llevamos super bien”. Explicó que le gusta hacer rap y también beatbox (música haciendo sonidos con la voz): “Hice rap en su día, hice un videoclip con unos amigos, pero no fue aceptado, aunque sigo escribiendo”.

Tras un rato de divertida conversarción, un almuerzo y muchas risas, Bertín se despidió de Ana acompañándola en una de sus sesiones de yoga. "Con esta vida que llevamos todo el día corriendo solo cierras los ojos para irte a la cama ¿y cuando está uno consigo mismo? Nunca. Con diez minutos de meditación descanso como cuatro horas de sueño" aseguró.