Justo antes de hacer acto de presencia en el lugar, los duques de Cambridge acudían, de manera imprevista y por sorpresa, hasta una tienda local de Prosperous para hacerse con los ingredientes que posteriormente utilizarían. Una vez en Savannah House, el príncipe Guillermo y su mujer ayudaron a un grupo de jóvenes a preparar el almuerzo. Una vez más, hicieron gala de su naturalidad, espontaneidad y cercanía con los allí presentes, una constante que se está manteniendo durante todo su viaje oficial al país