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La pérdida de olfato no es un problema menor para quien la padece, y afecta, total o parcialmente, a más de un 17% de la población española. Significa dejar de reconocer aromas que, hasta ahora, nos eran familiares, estancias, o personas, además de la inseguridad de no poder identificar el peligro, por ejemplo, si un alimento está en mal estado o si algo se está quemando. Es lo que en términos médicos se conoce como anosmia, cuyo día mundial se celebra el próximo 27 de febrero, con el objetivo de poner de manifiesto la importancia de esta patología que, debido a la pandemia ocasionada por la COVID-19, ha alcanzado, no cabe duda, mayor relevancia, pues fue uno de los síntomas asociados a la infección por el virus.
Tal y como detallan desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), esta afección puede provenir de diversos factores tales como infecciones respiratorias, traumatismos, enfermedades, cirugías nasales, uso de determinados fármacos, o el envejecimiento biológico. La pregunta del millón para quienes afrontan este problema es si se puede recuperar el sentido del olfato, si es o no reversible la anosmia. Diferentes trabajos de investigación han demostrado que la aromaterapia es eficiente para que el paciente entrene su olfato y su capacidad cerebral para identificar olores, almacenarlos y recordarlos, acelerando de esta manera la regeneración de las células dañadas.
Hemos tenido la ocasión de hablar sobre este problema de salud con el doctor Luis Gutiérrez Serantes, profesional que ha desarrollado su carrera en el campo de la atención primaria y la divulgación médica, y ha desarrollado un plan de entrenamiento con aromaterapia para apoyar la recuperación de pacientes que han perdido el olfato. “Mediante la inhalación de aceites esenciales se entrena la capacidad cerebral para identificar olores, almacenarlos y recordarlos, acelerando de esta manera la regeneración de las células dañadas. Este plan de entrenamiento ha demostrado ser de gran utilidad para ayudar a las personas que requieren ejercitar el olfato y el gusto”, nos anticipa.
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¿Qué es lo que conocemos como anosmia?
Conocemos como anosmia la pérdida del sentido del olfato. La durabilidad puede ser corta, como cuando se tiene la nariz congestionada por una alergia, o puede llegar a ser más larga, a causa de enfermedades víricas.
¿Cuáles son las principales causas que ocasionan este problema de salud?
Tanto el sentido del gusto como el del olfato forman parte del mismo sistema sensorial y se pueden perder total o parcialmente por varios factores, entre los que se encuentran las infecciones respiratorias, los traumatismos, las enfermedades y cirugías nasales, así como por el uso de determinados fármacos, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). Además, la edad también influye puesto que, a medida que las personas envejecen y, sobre todo, a partir de los 60 años, se pierde sensibilidad a los olores.
Sin duda, la infección por la COVID-19 ha sido responsable de muchos casos de anosmia, un problema que hasta marzo de 2020 muchas personas no tenían casi en cuenta, ¿no es así?
Efectivamente, entre los síntomas que se vienen diagnosticando asociados a la COVID-19 se encuentran la fiebre, la tos seca, el dolor de garganta, y entre otros síntomas más frecuentes en varias patologías. Sin embargo, las disfunciones olfatorias y gustativas han adquirido una relevancia especial en esta pandemia.
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¿Qué pronóstico tiene una persona diagnosticada con anosmia?
El pronóstico de las personas diagnosticadas con anosmia dependerá de cada persona y de la causa de la pérdida del olfato. Por ejemplo, aquellas que cogieron un resfriado, mejorarán a medida que este se vaya curando. Por otro lado, si una lesión, enfermedad o cirugía fue la que causó el daño a los nervios que controlan el sentido del olfato, se debe atender al diagnóstico realizado por un médico especialista, para identificar el tratamiento.
¿Es un problema reversible en la mayoría de los casos?
Como he mencionado anteriormente, dependerá de la causa del problema. En los casos de pacientes que han tenido pérdida de olfato y/o gusto derivado de infecciones víricas como una gripe o la COVID-19 hay un alto índice de que el problema sea reversible. En estos casos, cuanto antes se comience con un plan de entrenamiento olfativo, mejores serán los resultados.
El proceso para recuperar el olfato ¿suele ser largo?
Cada paciente requiere un tiempo de recuperación distinto. Lo que sí es importante es comenzar con un plan de entrenamiento olfativo para obtener mejores resultados y acortar el tiempo de recuperación.
¿Qué repercusiones puede tener para nuestra salud, tanto física como mental, el hecho de perder el olfato?
No nos podemos olvidar de que perder el olfato puede ser peligroso ya que las personas, por ejemplo, no serían capaces de oler una fuga de gas o de humo en un incendio.
Además, el sentido del olfato está estrechamente ligado al sentido del gusto. Si no puede oler el aroma de los alimentos, lo más probable es que tenga problemas para degustar la comida. Esto puede hacer que la persona no coma lo suficiente y que pierda peso.
Por otro lado, el estado de ánimo de los pacientes también se puede ver afectado. La tristeza o la depresión pueden ser algunos de los sentimientos que emerjan al no poder oler los aromas de la comida, las flores y elementos de la vida diaria que son parte de los placeres cotidianos.
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¿Cuáles son los tratamientos que pueden ser eficaces para tratar de recuperar el sentido del olfato?
Ahora mismo están adquiriendo mucha relevancia los tratamientos que entrenan el olfato con aromaterapia, como el plan de entrenamiento RecuSenses que han desarrollado profesionales sanitarios con laboratorios MARNYS. Mediante la inhalación de aceites esenciales, activa la capacidad cerebral para identificar olores, almacenarlos y recordarlos, acelerando la regeneración de las células dañadas.
¿Cómo puede ayudarnos la aromaterapia en este proceso?
Numerosos trabajos científicos han demostrado que la utilización de la aromaterapia produce un efecto positivo en pacientes con anosmia y ageusia, acortando el periodo de recuperación. En concreto, el plan RecuSenses basado en la aromaterapia consiste en exponer a la persona a distintos aceites esenciales de diferente origen e intensidad. Se sigue una rutina diaria de 2 sesiones de unos 10 minutos de duración cada una, durante varios meses. Las pautas y duración pueden variar según las indicaciones del médico especialista.
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