Entrevista

'Pensar bonito nos ayuda a tener una vida más plena y a solucionar mejor los problemas'

Hablamos con el psicólogo y escritor Tomás Navarro, autor del libro 'Piensa bonito', en el que nos habla de la importancia de conseguir un pensamiento más abierto, más creativo y más resiliente

Por Pilar Hernán

¿Y tú, crees que piensas bonito? Tal vez nunca te habías planteado esta pregunta, pero sin duda, es un buen punto de partida para conseguir caminar hacia un pensamiento más abierto, más creativo y más resiliente, algo muy útil en momentos de incertidumbre como el que nos ha tocado vivir en la actualidad. Así ha titulado el psicólogo Tomás Navarro su último libro, Piensa bonito, donde nos explica que el secreto para lograr una vida plena. Consiste en aprender a pensar bien y a saber distinguir los pensamientos racionales de aquellos que nos perjudican y que, por lo tanto, no nos dejan crecer. Plantea una pregunta: ¿Sabías que tus pensamientos rigen la relación que tienes contigo mismo y con las personas que te rodean? Es más, tal y como explica el autor, tus pensamientos pueden ayudarte a expandir tu vida o, por el contrario, pueden limitarla. Hemos hablado con él para que nos hable de por qué y, sobre todo, de qué tenemos que hacer para pensar bonito. ¿Te apuntas?

Lee también: 7 ejercicios para resetear tu mente y alejar los pensamientos negativos

Nos habla de conseguir un pensamiento más abierto, más creativo, más resiliente... ¿hay herramientas que nos puedan ayudar a conseguirlo?

Sí, claro, lo que pasa es que lo de pensar, y especialmente lo de pensar bonito, es una habilidad. Y las habilidades se pueden entrenar, se pueden aprender y se pueden desarrollar, y afortunadamente tenemos muchos recursos y muchas herramientas para conseguir esa creatividad, un pensamiento más abierto y más resiliente. Piensa bonito es un tratado para conseguir un pensamiento más abierto y que te ayude. Hay técnicas para lograrlo, no es una quimera y puedes conseguirlo, dedicando tiempo. Pensar es una habilidad, igual que puede ser aprender a dibujar.

Entendemos que no será un proceso sencillo, ¿no es así?

No, de hecho, es muy sencillo. Un ejemplo: una persona a la que han despedido de su trabajo, y tiene pensamientos irracionales e incluso delirantes y te dice ‘nunca encontraré trabajo’. La técnica para ayudarle a pensar mejor es muy sencilla. Es plantearle que escriba esa frase, ‘nunca encontraré trabajo’, le ponga dos interrogantes y la lea en voz alta en formato de interrogación: '¿Nunca encontraré trabajo?' Y siempre responden: ‘Pues depende’. Fíjate que sencillo ha sido desmontar una falsa creencia. Otra técnica es el ysiísmo. Ante la misma situación, ‘no voy a encontrar trabajo’, planteamos ‘y si hago un curriculum’, ‘y si lo reviso’, ‘y si llamo a antiguos contactos’, ‘y si miro que hay en las redes sociales’… Fíjate qué sencillo es tan solo incorporando estas dos técnicas. Hay más, pero estas son suficientes como punto de partida.  Son ocho técnicas, en ocho semanas estás pensando mejor. Una semana por técnica, es muy sencillo. Y una vez lo tienes integrado, más aún.

Lee también: ¿Por qué los psicólogos nos recomiendan huir de la profecía autocumplida?

Aprender a pensar bien, a pensar bonito, es la clave, pero ¿podemos aprender a hacerlo?

Así es. Es una habilidad y como cualquier habilidad se puede aprender. Aprender a conducir es más complicado que aprender a pensar bonito, lo que pasa es que para aprender a conducir necesitamos un tiempo, unas horas de práctica, y para aprender a pensar no se las dedicamos. Con la mitad de tiempo que dedicaste a conducir, seguro que lo aprendes.

¿Hay personas que piensan más bonito que otras?

Sí, sin duda. Y además, hay épocas en las que puedes pensar más bonito, puedes aprender. Pero hay personas que tienen vidas muy bonitas y no tiene nada que ver con los recursos económicos. Lógicamente si tienes cinco millones de euros en el banco, eres capaz, si piensas bonito, de tener una vida mucho más bonita, pero hay gente que no tiene nada de patrimonio y tiene un sueldo medio, y tiene una vida bonita también. De hecho, hay gente muy inteligente o gente con muchos recursos que no tiene una vida bonita.

¿Qué es lo que influye en que así sea?

Pensar bonito no es un nuevo tipo de pensamiento, es una manera de aplicar el pensamiento. Pensar bonito tiene como objetivo simplificar tu vida, gestionar mejor la adversidad,  tomar mejores decisiones, enriquecer tu día a día. No hemos venido aquí a sufrir, sino a disfrutar. Y ese cambio de actitud, esas prioridades bien marcadas, te van a ayudar a que puedas pensar bonito.

Lee también: Estos recursos emocionales te ayudan a superar momentos de crisis

Errores de pensamiento

En el libro, el autor los engloba e identifica en ocho errores de pensamiento más frecuentes, que resume en los siguientes:  

  • Piensas demasiado rápido.
  • Piensas superficialmente.
  • No confías ni en ti ni en tus posibilidades.
  • Das importancia a lo que es irrelevante.
  • Limitas tus alternativas.
  • Crees todo lo que piensas.
  • Sacas conclusiones y tomas decisiones cuando no estás bien.
  • Generalizas.

 ¿Por qué cree que cometemos los 8 errores a la hora de pensar que resume en el libro?

Porque no hemos aprendido a pensar bien. Tenemos que revisar el sistema educativo, el estilo de vida. Son errores muy comunes y muy habituales, por las prisas que nos pone nuestro ambiente, por los síntomas de algunos trastornos o algunas reacciones típicas. Pero esas reacciones típicas, esos actos reflejos, se pueden trabajar. No somos esclavos de esas reacciones.

¿Cuál es, en su opinión, el error que más nos limita a la hora de conseguir pensar mejor?

Para mí hay dos: uno es que no somos conscientes de cuándo estamos pensando mal. Y el otro es que la mayor parte de la gente cree que piensa mejor que la mayor parte de la gente. Y como yo pienso bien, cómo voy a estar equivocado… Y fuera de estos, también están los problemas de autoestima, no te sientes seguro, limitas mucho tu vida… Por ejemplo, recuerdo una conversación con una persona que me decía que se escriben 77.000 libros al año, '¿y uno va a ser el tuyo?' Y yo decía, 'es que uno puede ser el mío, sí'. ¡Qué diferencia de actitud!

¿Qué beneficios nos aporta el hecho de pensar bonito?

Tener una vida más plena, solucionar mejor los problemas, porque los has analizado mejor y has llegado a soluciones o alternativas que no te planteas cuando piensas de manera superficial, encontrar nuevas soluciones a nuevos problemas, ser más resiliente y gestionar mejor la adversidad, disociarte de ser el centro de atención y pensar que todo son problemas tuyos, ignorar críticas por ejemplo de personas que te tienen envidia para no apartarte de tu camino y de tus objetivos, vivir una vida con objetivos que te permitan conseguir lo que quieres, no limitarte… todos esos son beneficios de pensar bonito.

Lee también: Deshazte del pasado para afrontar un futuro resiliente

¿Puede ayudarnos el hecho de pensar de una manera distinta a afrontar mejor un momento complicado, de crisis en nuestras vidas?

Por descontado. Un ejemplo: durante el confinamiento, una persona que conozco me decía que su hijo trabajaba de manera presencial, ya no podía seguir trabando así y le habían fastidiado la vida, cuando en realidad podía hacer el trabajo on line. Yo le decía, que ahora me había adaptado, hacía las sesiones on line, había tenido que aprender a usar las plataformas on line, estructurar y organizar las sesiones de manera distinta, y eso es porque he pensado bonito. Uno está centrado en el problema, ‘no puedo’, y otro está centrado en la solución, ‘qué puedo hacer’.

La pandemia ha hecho que, sin embargo, muchas personas entren en un bucle de pensamientos negativos, al no ver fin a esta situación límite que nos ha tocado vivir. ¿Qué les recomendaría?

Mi primer consejo es que pongan las cosas en contexto. Hay personas que lo han pasado muy mal, cuando han perdido a un ser querido, de una forma muy traumática, hay gente que ha perdido el trabajo, pero luego hay mucha gente que no ha perdido el trabajo ni a seres queridos, y lo único que le piden es que trabajen de una manera distinta, o que trabajen desde casa. Hay que poner las cosas en el contexto que vivimos.

Por otro lado, hay que aceptar la vida tal y como es. Yo, por ejemplo, no trabajo igual que antes de la pandemia, ni mejor, ni peor, es diferente. Pero es que las cosas han cambiado y no puedo seguir haciendo lo mismo. Si por ejemplo a ti te han despedido y te quedas focalizado en que no hay trabajo, y llegas a una entrevista amargado, resentido, pues te va a costar mucho más encontrar trabajo. Sin embargo, si te dices, yo era psicólogo, voy a ver si me sale trabajo de psicólogo, pero además, cocino muy bien, y además también enseño muy bien, voy a buscar como profesor, como cocinero y voy a hacer un proyecto de cocina sensorial para tener bienestar. Igual ese pensamiento bonito te ayuda.

En su libro dice que pensar bonito es pensar de manera "ysiísta", ¿a qué se refiere?

Es pensar en '¿y si hay otra opción?' Mucha gente lo utiliza mal: '¿Y si no me sale? ¿y si no me contratan? ¿y si va mal la entrevista?' Yo propongo cambiar de este paradigma cenizo a un paradigma bonito. '¿Y si sí que me va bien la entrevista?' Y viene en seguida otra pregunta que es qué tengo que hacer para que vaya bien.

Sin embargo, también apunta que pensar bien es cansado, ¿nos cuesta por ello salir de nuestra zona de confort?

Es cansado sí. Un día montaré una cadena de gimnasios para la mente, para pensar mejor. Hacer ejercicio es cansado, pero nos va bien para nuestra vida y nuestro organismo. Pensar bien es cansado, pero nos va bien para nuestra vida y para nuestra mente.

Lee también: Toma nota de estos consejos que te ayudan a relativizar tus problemas