Cómo afrontar la pérdida de trabajo

Hasta las personas más exitosas han perdido su empleo al menos una vez en la vida. Pero cuando nos toca a nosotros mismos es inevitable que nos sintamos vulnerables, inseguros e incluso enojados.

Por Cristina Soria

La pérdida de nuestro trabajo es siempre un duro golpe que afecta a todos los aspectos de nuestra vida, ya que no solo el un problema de tipo económico y material, sino también emocional. Esto es así porque afecta a nuestra autoestima (sentimos que algo ha fallado en nosotros) y a nuestras relaciones sociales, ya que dejamos de ver diariamente a los que han sido nuestro compañeros de trabajo.

Pero, aunque no resulta fácil, una situación así puede interpretarse como una prueba que podemos y debemos superar. Perder nuestro empleo ha de considerarse como un desafío y un aprendizaje necesario para crecer emocionalmente y salir reforzados de la experiencia, adquiriendo una fuerza y una creatividad que podremos aplicar a otros obstáculos que se nos puedan presentar en la vida.

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Es cierto que se trata de una etapa complicada, pero también es un buen momento para que cuides de ti misma como te mereces, disfrutes de las personas que te rodean y te replantees cuáles son tus objetivos profesionales para que, además de buscar la remuneración económica, te aproximes cada vez más a un trabajo que te haga feliz. Así transformarás esta delicada situación en una oportunidad para superarte a ti misma y aprender de la experiencia. 

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Acepta tus sentimientos

Perder el empleo hace aflorar el miedo y la ansiedad, pudiendo llegar a sufrir depresión. Esto hace más difícil encontrar la manera de acceder al mercado laboral y conseguir un nuevo empleo. Por eso es muy importante que reconozcas sin reparos cuáles son tus sentimientos y que te enfrentes a tus pensamientos negativos. Así lograrás superarlos y continuarás avanzando.

Expresa en voz alta todo lo que sientes acerca de estar desempleada. Aunque si bien es importante reconocer lo difícil de la situación, lo es aún más aceptarlo cuanto antes, en lugar de insistir en la pérdida de tu trabajo y sumergirte en esa idea. Cuanto antes lo hagas, antes podrás iniciar la siguiente fase de tu vida.

Comunica que buscas trabajo

Sé una persona proactiva en la búsqueda de empleo. Si la gente no sabe que buscas trabajo no podrán ofrecerte uno, o recomendarte, o darte información de quién está buscando alguien de tus características para cubrir un puesto. Nunca se sabe dónde está la oportunidad. Además, es posible que recibas muestras de apoyo que no esperabas  que te reconforten y sirvan de impulso para superar este difícil momento.

Es importante además saber que existen diferentes modalidades de trabajo, no solamente cuando hablamos de trabajo significa realizar tareas remuneradas para una empresa. Otras formas de trabajar puede ser emprender nuestro propio negocio. Hay varias formas de generar ingresos, la venta de servicios o también de objetos, así como también el comercio en línea pueden ser nuevas formas de trabajo que podemos adoptar. Hablar con gente te ayudará a ver nuevas posibilidades que ni te habías planteado.

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Manténte positiva y actualízate

Piensa en todas las cosas de esta nueva situación que tienes bajo tu control, como es el envío de CVs. Pero no inviertas tu energía en contar las horas que tardan en devolverte una llamada de trabajo o en contestarte a un email al que enviaste una solicitud. Mejor dedica ese tiempo a elaborar una buena carta de presentación, a ver cómo puedes optimizar la información que ofreces de ti misma… La búsqueda de empleo ha cambiado y es el momento de que descubras todas esas capacidades que tienes y las conviertas en una oportunidad para encontrar trabajo.

Cuida de ti misma

El estrés causado por la pérdida de empleo puede llegar a pasarle factura a tu salud. Ahora, más que nunca, es necesario que cuides de ti misma y esto implica cuidar de tus necesidades tanto físicas como emocionales. 

Asegúrate un correcto descanso y dormir el mínimo de horas necesarias para sentirte bien, estar activa y ser productiva. Practica técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación y el yoga. Tampoco descuides tu alimentación, es vital para tu salud y tu estado anímico.

Y, además de buscar empleo, aprovecha el tiempo del que ahora dispones para descansar, visitar museos sin aglomeraciones y pasar más tiempo con tu familia. Seguro que en menos de lo que imaginas estás trabajando de nuevo, y podrás sentir que has salido fortalecida de la experiencia y que has aprovechado bien tu tiempo.

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