Pautas para dejar de sentirnos culpables
¿Qué herramientas tenemos a nuestro alcance? “Si nuestro sentimiento de culpa es desproporcionado y prácticamente permanente, incluso cuando no hay ninguna causa y sin embargo ahí está esa sensación de culpa, que no termina de aplacarse, es bueno revisar en nuestros aprendizajes y educación el exceso de exigencia. En ocasiones, demasiadas correcciones hechas por nuestros padres, enfados recurrentes si se hacía algo ‘mal’, si se nos señalaba lo malo, pero nunca se atendía lo que hacíamos bien, pueden estar detrás. En otras ocasiones aparecen como rasgos de personalidad autoexigentes que no parecen venir de la educación”, nos cuenta la psicóloga.
Y añade que como herramientas es importante sentir que reparamos, bien corrigiendo el error si se puede y se está a tiempo, bien pidiendo disculpas en caso de ser un daño hecho a otros. “Elaborar la culpa, ajustando los pensamientos que sean demasiado negativos y tratar de cambiar el sentimiento de culpa por el de responsabilidad, es muy importante porque ayuda a asimilar lo ocurrido y a poder sacar aprendizajes de ello, a desbloquear el sentimiento en caso de mantenerse y facilitar la acción de reparación”, nos cuenta.