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Muchas de nosotras creemos que si hacemos muchas comidas al día podemos perder peso más fácilmente. De hecho, se creía que para acelerar el metabolismo y quemar más calorías, era necesario comer cada 3 o 4 horas y hacer unas cinco o seis comidas. Asimismo, al comer más veces se mantenían estables los niveles de glucosa en sangre y se evitaban las hipoglucemias. Esta teoría, sin embargo, ha perdido fuerza en los últimos años, ya que no hay evidencias científicas que sustenten que esta pauta sirva para controlar el hambre y la pérdida de grasa. ¿Cuánto debemos comer entonces? "No existe un número ideal de comidas válido para todo el mundo, la clave está en que la alimentación que sigas a lo largo del día sea de calidad y esté adaptada a tus necesidades y objetivos, siempre acompañada de un estilo de vida saludable”, explica Ana Sánchez Morillas, Dietista-Nutricionista de Paso de Dietas.
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Muchas comidas al día puede no ser bueno para ti
La experta en nutrición nos explica que esta pauta alimenticia puede ser buena para algunos grupos de población, por ejemplo, deportistas, ya que tienen un metabolismo más activo. También puede ser apta para personas que sufren mucho estrés o ansiedad, ya que de este modo sacian el hambre y no llegan a la siguiente comida con demasiado apetito, algo que les ayudará a hacer mejores elecciones. Eso sí, recuerda, para hacer muchas comidas al día es importante "personalizar la pauta de nutrición, cuántas comidas son buenas para cada uno y qué alimentos elegir".
Por otro lado, nos cuenta la experta, tres comidas al día repartidas en un desayuno, comida y cena puede ser suficiente para la mayoría de la población. Todo dependerá de los requerimientos energéticos y nutricionales de cada uno. Asimismo, insiste, no importa tanto cuántas comidas hagas al día, sino la calidad de los alimentos.
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¿Es necesario desayunar?
Como indica Ana Sánchez Morillas, se trata de una duda muy habitual que hacen muchas personas que acuden a la consulta de un nutricionista, ya que durante mucho tiempo se ha pensado que el desayuno es obligatorio. Este punto también depende de cada persona. “Existen personas que nada más levantarse necesitan llenar los depósitos de energía y otras, en cambio, que pasen unas horas para poder ingerir algún alimento. Y cualquiera de las dos opciones es válida. Atrasar la hora del desayuno no es ningún problema, es una comida más. Lo importante es realizar un desayuno saludable y adecuado, independientemente de la hora a la que se haga”.
Otra duda es si el ayuno intermitente, una pauta de alimentación que siguen algunas personas para adelgazar y que consiste en concentrar las comidas en uno horario y ayunar de 12 a 16 horas, normalmente, por la noche, es una estrategia que se suele utilizar en consulta, aunque no es válida para todo el mundo. El ayuno intermitente se hace aumentado el periodo de ayuno durante la noche adelantando la hora de la cena y/o desayunando más tarde. “Dejar descansar unas horas a nuestro sistema digestivo trae beneficios, como mejorar la regulación de la glucosa, aumentar la sensibilidad a la insulina, facilitar la pérdida de grasa e incluso controlar el apetito y la saciedad”, recalca.
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Como influyen las comidas en los ritmos circardianos
Se sabe que el horario y composición de la comida es el gran sincronizador de nuestros ritmos, y también que la alteración de los ritmos circadianos favorece la diabetes y la obesidad.
Mantener regularidad en los horarios y controlar las horas en las que hagamos las comidas, puede ayudarnos en la pérdida de grasa, ya que interviene en la regulación circadiana. Esto es, los ciclos de luz y oscuridad que de manera natural controlan nuestro reloj biológico, y la activación o desactivación de nuestras hormonas dependientes de la luz, que determinarán el mejor momento para que comamos o ayunemos.
En las horas de luz el metabolismo se acelera y conviene consumir la mayor parte de las calorías que se consumen en el total del día, y en las horas de oscuridad el metabolismo se ralentiza, es buen momento para dejar de ingerir alimentos y empezar el ayuno hasta el día siguiente.
En resumen, para saber cuántas comidas al día debes hacer, lo mejor es que te observes a ti misma o hables con un nutricionista. Como señalan los expertos, la tendencia actual es no pautar un número concreto de comidas al día. Para conseguir éxito en la pérdida de peso es fundamental que la persona genere adherencia a su plan de alimentación para que le sea más fácil llevarlo a cabo. No importa tanto el número de comidas que se hagan, sino el balance total diario de calorías y la calidad de los alimentos que se consumen.
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