Ajustar el deporte a tus costumbres
En opinión de Júlia Ndocky Ribas, entrenadora personal y técnica de la División de Actividad Física de Metropolitan, es difícil generalizar, ya que "el mejor momento para entrenar dependerá de los ritmos circadianos, que afectan al ritmo de vigilia/sueño de cualquier persona, pero también de factores más personales como de los hábitos individuales, el metabolismo hormonal, y las costumbres adquiridas a lo largo de la vida por factores culturales del lugar en el que vivimos o familiares". Así que, para la experta, aunque podemos recomendar unas pautas generales en el fondo, se trata de ajustarlo a las costumbres de cada uno.
"Generalmente por la mañana, sería más conveniente actividades no vigorosas que nos ayuden a movilizar musculatura y articulaciones de una manera no excesivamente intensa. Ya que venimos de un periodo de reposo que debería ser de unas 8 horas, nuestra temperatura corporal y la presión arterial se encuentran a niveles inferiores a los del resto del día y nos levantamos después de un estado de ayuno prolongado", nos cuenta la experta de Metropolitan. "En el caso de tener que realizar actividad vigorosa por el motivo que sea, es importante que el calentamiento lo realicemos de manera concienzuda y una vez roto el estado de ayuno", añade. Y es que algunas personas sienten que la mañana es el momento en el que tienen más energía, otras desearan aprovechar precisamente ese estado de ayunas para potenciar la quema de grasas. "Esta es una práctica que viene apoyada por estudios científicos que debería realizarse con supervisión previa de un dietista-nutricionista, y siempre con actividades de intensidad moderada. Empezar el día después de haber realizado algo de actividad física puede cambiar por completo tu día a mejor, uno se siente con mucha energía", nos explica la entrenadora personal.
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