Aunque su función es imprescindible para la digestión y fundamental para la vida, lo cierto es que el páncreas es un gran desconocido para la mayor parte de la población. Es una parte importante de nuestro sistema digestivo ya que no solo regula y neutraliza la comida ácida que recibe nuestro estómago, sino que las enzimas que segrega ayuda en la digestión de carbohidratos, proteínas y lípidos. Es por ello que es de vital importancia mantener una alimentación rica en frutas y verduras, pobre en proteínas y grasas animales y con un aporte alto de vitamina D, ya que un mal funcionamiento del páncreas significa que no aprovechamos los nutrientes de la forma adecuada. Esto puede desembocar en déficits nutricionales que son un factor de riesgo muy importante para el infarto, fracturas óseas, infecciones, y se asocia con un mayor riesgo de mortalidad. 

Ajo

El ajo actúa como una gran ayuda para el páncreas ya que reduce la cantidad de azúcar en la sangre al aumentar la producción de insulina. Se recomienda tomarlo a modo de infusión, junto con una cucharada de miel ya que actúa como un antibiótico natural. De esta forma, mejora el sistema inmunitario al reparar los tejidos de varios órganos internos, no solo del páncreas, y también ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer, como el de colorrectal.

Brócoli

En general, los vegetales crucíferos como el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor o el repollo son alimentos extremadamente beneficiosos para proteger el páncreas contra posibles tumores. El brócoli es conocido por sus propiedades que ayudan a combatir las células cancerígenas mientras mantienen el órgano en forma y libre de enfermedades. Además, proporciona nutrientes fácilmente absorbibles ricos en flavonoides, los cuales ayudan a fortalecer el mecanismo de desintoxicación de nuestros cuerpos.

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Cúrcuma

Conocida por ser un poderoso agente antiinflamatorio natural, la cúrcuma ayuda a disminuir el dolor causado por sensación de ardor en el páncreas, además de ser beneficiosa en caso de pancreatitis o inflamación. También ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre y previene la diabetes. No obstante, la cúrcuma no solo favorece a este órgano sino que también participa en las funciones del hígado, el corazón, el sistema inmunitario y la piel, ayudando a eliminar toxinas del organismo e inhibir el desarrollo de células cancerosas.

Uvas rojas

Las uvas contienen un alto porcentaje de resveratrol, una sustancia fenólica antioxidante que ayuda a tratar la inflamación pancreática, además de destruir las células cancerosas que puedan desarrollarse. Aunque hay quienes prefieren consumir vino tinto para tratar la sensación de ardor, los expertos recomiendan comer una porción de uvas en su estado natural  y sin cocer, ya que resulta mucho más ventajoso al no perderse ninguna de sus propiedades.

Té de diente de león

El té o infusión de diente de león es conocido por desintoxicar el hígado y el páncreas, lo que eventualmente ayuda a reparar los tejidos dañados a la vez que aumenta la producción de la bilis. El extracto de la raíz de esta planta ayuda a combatir las células cancerosas sin tener un efecto severo sobre las que no lo son. 

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Batata

Existe la teoría de que si un alimento se parece a un órgano de nuestro cuerpo, es porque este ayuda a nutrirlo. Resulta que al igual que las nueces son beneficiosas para el cerebro, el apio para los huesos y el tomate para el corazón, las batatas juegan un importante papel a la hora de cuidar de nuestro páncreas ya que reducen el riesgo de padecer cáncer hasta en un 50%. Además, estabilizan los niveles de azúcar en sangre al liberarlo gradualmente en el torrente sanguíneo.

Espinacas

Las espinacas son uno de los alimentos que debes incluir en tu dieta si quieres mantener tu páncreas saludable ya que, al ser ricas en hierro, ayuda a prevenir las inflamaciones. Además, contiene un alto porcentaje de MGDG, un agente que ayuda a reducir las posibilidades de contraer cáncer de páncreas. Una buena forma de consumirlas es en ensalada o salteadas con ajo, lo que ayudará a maximizar su efecto nutricional.