Así afecta la contaminación a tu cuerpo cuando haces ejercicio

Los deportes al aire libre, el 'running' y montar en bicicleta pueden contribuir a que nuestro organismo tenga una dosis extra de aire contaminado, por lo que nuestro sistema respiratorio y cardiovascular podrían verse afectados por una mala calidad del aire.

Por Cristina Soria

Según datos de la Asociación Americana del Pulmón, cuando corres estás multiplicando por 20 el aire inhalado en comparación a cuando estás en estado de reposo. Esto presenta un problema si tenemos en cuenta que la contaminación no solo está presente en las grandes urbes o en zonas concretas donde el tráfico se hace visible.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el 91% de la población mundial ya vive en lugares donde la calidad del aire no es saludable, y no cumple las directrices indicadas por esta organización, por lo que no solo ocurre en lugares donde popularmente sabemos que hay un problema de polución por tráfico, sino que también la contaminación de las industrias han convertido lugares que podrían parecer inocuos en un peligro para nuestra salud.

Elige un lugar alejado de la contaminación

Dónde realizar ejercicio físico es una decisión trascendente, porque pese a que es muy difícil encontrar lugares con una pureza del aire suficiente para entender que no existe contaminación, sigue habiendo zonas más recomendables que otras. Pese a ello, el consejo de los especialistas es que entre realizar ejercicio y no realizarlo,  los beneficios del ejercicio físico superan a la posibilidad de respirar un aire viciado, pese a la contaminación. Aún así, es muy importante seleccionar dónde lo hacemos.

VER GALERÍA

Aunque pueda parecer atractivo, hacer running en el corazón de la ciudad no es recomendable, porque siempre que nuestro recorrido esté cerca del tráfico rodado estaremos respirando su contaminación. Y esta cuestión no es solo dañina para nuestros pulmones, sino también para nuestro cerebro. Según un estudio realizado en Barcelona por el Instituto de Diagnóstico Ambiental, las micropartículas presentes en el aire y generadas por el tráfico atraviesan todos los filtros de nuestro organismo y son capaces de afectar a nuestro cerebro, e incluso pueden tener un efecto negativo en nuestra memoria y en procesos cognitivos de aprendizaje.

Leer: ¿Es posible cuidar el medio ambiente mientras haces deporte? Descubre el 'plogging'

¿Qué respiramos cuando hacemos 'running' en la ciudad?

Cuando respiramos en la ciudad estamos recibiendo una dosis de contaminación que incluye partículas de suspensión. Se denomina así a varios agentes contaminantes presentes en el aire tales como el dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y el ozono troposférico. 

Debido al tamaño de estas PM (partículas de suspensión), son capaces de burlar las defensas de nuestro organismo y llegar a nuestros pulmones sin encontrar resistencia. Esto hace que los análisis forenses revelen que el sistema respiratorio de quien ha respirado en zonas contaminadas albergue cantidades significativas de carbón, nitratos y carbón.

La OMS ha examinado y catalogado la contaminación que nos rodea, y una de las fuentes más perjudiciales son los motores diesel. Esta es la razón por la que ya los gobiernos están empezando a prohibir su presencia en el tráfico y tanto el Ayuntamiento de París como el Gobierno de España están fijando la fecha de caducidad de estos coches en nuestras carreteras.

Un informe presentado por el Centro Internacional de Investigadores contra el Cáncer, perteneciente a la OMS, llegó a la conclusión de que estas variables de contaminación pueden resultar cancerígenas. Concretamente pueden producir cáncer de pulmón, pero también se ha visto la relación entre la contaminación del aire y el cáncer de vejiga y vías urinarias, pues las partículas que nuestro organismo logra retener y expulsar encuentran en estas zonas un lugar de tránsito común que les hace más vulnerables.

Leer: La contaminación provoca obesidad (y más cosas)

Elige un buen momento

La contaminación y regeneración del aire es un proceso cíclico que podemos tener en cuenta a la hora de elegir un momento del día para hacer ejercicio al aire libre, porque en función de la hora probablemente encontremos una calidad del aire diferente y esta afectará de distinta forma a nuestra salud.

El amanecer y la noche son los momentos más propicios para encontrar una calidad del aire mayor, porque es precisamente en estas horas cuando los niveles de contaminación disminuyen. Sin embargo, de día, cuando los vehículos están en plena actividad, la polución se eleva y se extiende por toda la ciudad.

Leer: Iniciativas sostenibles para cuidar del planeta