La sandía es una de las frutas protagonistas del verano y, muchas veces, su presencia no se limita a servirse como postre en sí misma, sino como un ingrediente más de tus elaboraciones saladas. Es perfecta como parte de una ensalada fresquita y ligera, que bien puede servirte como cena o entrante de una de tus comidas estivales. Además, es muy colorida.
- 0.5 unidad de Sandía
- 180 g de Lechuga mixta
- 100 g de Queso Grana Padano
- 40 g de Semillas de calabaza
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre balsámico
- Sal
- Pimienta negra
- Menta fresca
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1.
Cortamos la sandía en cubos, quitamos la cáscara y las semillas.
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2.
En una ensaladera, mezclamos la sandía con la lechuga, las pipas de calabaza y el queso Grana Padano cortado en lascas.
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3.
Aliñamos con aceite de oliva virgen extra, vinagre balsámico, sal, pimienta y añadimos un poco de menta fresca. Mezclamos.
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