Rojos, verdes o amarillos. Elige los que más te gusten y aprende a asarlos con estas dos recetas que te proponemos. Pueden formar parte de una ensalada con atún y huevo duro, por ejemplo, pero también los puedes aliñar con un poco de ajo, aceite de oliva vinagre y cominos, y serán un entrante perfecto o la guarnición ideal de multitud de platos.
- 8 ud de Pimiento verde, rojo, amarillo...
- 1 cabeza de Ajo
- Aceite de oliva virgen
- Vinagre de manzana
- Sal
- Pimienta negra
- Aceitunas
- Perejil fresco picado
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1.
Lava los pimientos y úntalos con las manos de aceite de oliva virgen.
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2.
Coloca en una fuente de horno junto con la cabeza de ajos e introduce en el horno, precalentado a 200 ºC, una hora, aproximadamente, hasta que estén asados.
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3.
Para que se pelen bien, la piel tiene quedar quemadita, y, una vez sacados del horno, cúbrelos con un paño para que 'suden' y se pueda desprender más fácilmente.
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4.
Pela los pimientos, y quita la simiente. Puedes cortarlos en tiras.
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5.
Puedes añadir un aliño de aceite de oliva virgen, sal, pimienta, vinagre y la pulpa de los ajos asados.
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6.
Se pueden sevir tanto templados como fríos.
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1.
Una vez asados, sin asar la cabeza de ajos, fríe unos dientes de ajo laminados.
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2.
Añade los pimientos en tiras, unas gotas de vinagre y una cucharadita de azúcar.
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3.
Deja hacer, moviendo la cazuela en vaivén durante 5 minutos, y retira.
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4.
Sirve los pimientos acompañados de alguna aceituna y de la hierba aromática que más te guste.
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