Ricardo Montaner, padre de Evaluna nos cuenta el origen de la historia de amor de su hija con Camilo y el parto en casa de su nieta Índigo

Desde que comenzó su carrera a principios de los ochenta, Ricardo ha publicado casi una treintena de discos, conseguido unas ventas que superan los veinticinco millones de copias y ganado dos Grammy Latino –uno de ellos, honorífico–. Después de todos estos logros, el artista ha decidido volver a sus raíces en Tango, un trabajo que recoge los clásicos del cancionero de su Argentina natal. Con motivo de este lanzamiento, ¡HOLA! conversa con Ricardo, quien desvela algunas curiosidades sobre su familia, como el origen de la historia de amor entre Camilo y Evaluna o el nacimiento de su nieta Índigo, hija de estos.

©@montaner

- Acabas de publicar Tango. ¿Qué ha supuesto este viaje personal a tus orígenes?

- Es mi álbum número veintisiete y es el primero que no está compuesto por canciones mías. Además, es un álbum que me remonta a la niñez, a cuando mi abuelo y mi padre me subían a la mesa y hacían que yo cantara tangos. Nací en Buenos Aires y me fui a vivir a Venezuela cuando tenía ocho años. En mi primera infancia, en mi niñez más chica, mi papá me sembró el gusto por el tango, de manera inconsciente. Es la primera vez en mi carrera que me despego de la balada pop y me adentro en un género tan auténtico como el tango. Pero ha sido una aventura. Nunca imaginé que me fuera a sentir tan a gusto en el estudio.

- El disco contiene canciones muy emblemáticas del genero. ¿Cuál es la más especial para ti?

- Cuartito azul, del maestro Mariano Mores. Era la canción favorita de mi madre. Recuerdo que, cuando nos fuimos a vivir a Venezuela, mi mamá se llevó un álbum de tangos de Mariano Mores y tenía esa canción. Siempre la tuve en mi memoria. El haber escuchado tango desde muy chiquito me dio una potencial tranquilidad de poder cantarlo sin haberme preparado demasiado.

- Queda claro que sabes cantar tangos, pero, ¿y bailarlos?

- De ninguna manera (ríe). Es que es algo dificilísimo.

- Seguro que has visto bailar tangos… ¿De dónde saca tanta cosa especial y tan diferente esa gente que lo baila? 

- La mujer lleva ese papel de que vuela, da la vuelta, la giran… Para mí, bailar es moverte un poco (ríe). El tango es una cosa verdaderamente complicada.

“Todos mis hijos tienen que ver con el mundo de la música. Mi yerno, Camilo, también. Todos tienen mucho que ver con el arte”

- Todos tus hijos se han dedicado a la música. Queda claro que está en el ADN familiar.

- Sí, mis cinco hijos tienen que ver con la música. El mayor, Alejandro, que nació cuando yo tenía 18 años, fue músico y se lanzó como cantante, aunque en los últimos años se haya dedicado a componer. Ahora es más autor que otra cosa y tiene una de las empresas independientes más grandes que hay en los Estados Unidos. Está interviniendo en un programa que estamos haciendo toda la familia. Es una serie que se llama Los Montaner y que vamos a lanzar dentro de poco.

- ¿Es la serie que estáis preparando para Disney+?

- Sí. Luego, están Mau y Ricky, que forman un dúo y han estado sonando fuerte en España en los últimos años. Además, Evaluna siempre fue cantante y actriz. Todos mis hijos tienen que ver con el mundo de la música. Mi yerno, Camilo, también. Todos tienen mucho que ver con el arte.

- Vuestras reuniones familiares tienen que ser muy animadas.

- Yo te diría que es muy a lo español, esto de reunirte en familia y armar la pachanga con la primera guitarra que aparece… Luego, llegan más amigos y uno no sabe a qué hora termina la fiesta. Pero, sin lugar a dudas, es muy divertido. ¡No hay que contratar artistas para la fiesta! (ríe). Sin duda, la fiesta la tenemos nosotros (ríe).

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- Evaluna es la única mujer de tus cinco hijos. Es muy conocida por la música, pero, ¿qué destacarías de Evaluna, siendo su padre?

- Acabo de hablar con ella, que está en México. Acaba de tener a Índigo, no hace ni dos meses, y ya está de gira. Siempre ha sido un motivo de satisfacción y no solo para mí, porque la hemos rodeado sus hermanos, su mamá y yo como predilecta, como consentida. Es tan genuina en sus formas, tan auténtica, tan natural… Y tan chiquita al mismo tiempo, porque, para mí, sigue siendo la misma niñita. No me creo que vaya a cumplir veinticinco. Sin lugar a duda, es la razón de mis dormidas en la noche. A veces, me desvelo pensando en ella, en lo lejos que está… Es una gran alegría para mí.

- ¿Cómo se encuentra la pequeña Índigo, la hija de Evaluna?

- Es una hermosura.

- Supongo que habrás podido disfrutar mucho de tu nieta.

- Estuve en el parto. El hecho de que Evaluna diera a luz en casa nos dio la oportunidad de que todos los hermanitos de ella y sus papás estuviéramos a su alrededor.

“El hecho de que Evaluna diera a luz en casa nos dio la oportunidad de que todos los hermanitos de ella y sus papás estuviéramos a su alrededor”

- ¿Todos viendo el parto?

- Sí.

- Supongo que sería algo muy bonito, pero también impactante.

- Te puedo decir que es de los momentos más transcendentales en la vida de todos nosotros. El hecho de que Eva tomara la decisión de parir naturalmente, sin ni siquiera una aspirina… Es importantísimo. Como papá, yo decía: “¿No será mejor en un hospital, que tiene todo lo que se necesita? Por si acaso…”. Mi esposa me respondía: “¿Por qué no te quedas tranquilo y no lo asumes como algo maravilloso, sin pensar todos temores? Todo va a salir bárbaro”. Entonces, lo único que teníamos que hacer era estar tranquilos. Estuvimos desde la noche anterior en vigilia, entre todos sus hermanos y yo, sentados en la sala, mientras Eva hacía su trabajo al lado de Camilo y con Marlene –actual mujer de Ricardo Montaner y madre de Evaluna–. Sin lugar a dudas, el momento del parto fue mágico, de los tesoros más grandes que uno puede tener en el corazón como recuerdo.

- ¿Cuánto nietos tienes?

- Cinco, con Índigo.

- ¡Si eres muy joven! –Ricardo tiene sesenta y cuatro años–.

- Sí (ríe).

- ¿Te gusta que te llamen abuelo?

- No sólo no me gusta, sino que me encanta ejercer. Sí, porque siento como cuando te ponen los galones, como que me lo gané. Ahora tengo cinco nietos, pero voy a cerrar el año con siete, porque Mau va a tener un hijo en octubre y Cristóbal, que es como si fuera un hijo más para mí, de crianza, también va a tener otro.

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- Háblanos de Camilo, tu yerno. ¿Cómo es como persona?

- Lo amamos toda la familia. Siempre he dicho que la vida no te pone delante lo que no te conviene. Camilo y Evaluna comenzaron a enamorarse por chat. Antes de eso, coincidieron en un lugar, cuando contrataron a mi hija como imagen de un centro comercial, no recuerdo bien. Entonces, Camilo ya era un muchacho muy conocido porque ganó un concurso de canto en Colombia con nueve años. Se conocieron ahí, aunque nunca más se vieron. Años después, entraron en contacto a través de Instagram y un día, Eva, me dijo: “Papi, estoy hablando con un muchacho que se llama Camilo y la verdad es que siento que me gusta mucho. Creo que me va a pedir que sea su novia, en cualquier momento”. Yo le respondí que cómo iba a ser, si nunca le había visto… Como yo tenía que viajar a Bogotá, le pedí a mi hija que se viniera conmigo. Así fue cómo yo conocí a Camilo, comiendo en el restaurante del hotel de Bogotá.

- ¿Cuál fue tu primera impresión?

- Todo fue chévere. Ahí le pidió a Eva que fuera su novia. A los quince días, mi hija me habló de unas demos de unas canciones de Camilo y se las pedí. Me encantaron, así que invité a Camilo a Miami. Cuando nos quisimos dar cuenta, prácticamente Cami se había mudado e incorporado a familia, de una manera espectacular. Todos lo amamos profundamente. Yo lo amo como si fuera exactamente un hijo mío. Se ha ganado mi corazón solamente por cómo ama a mi hija. Es un tipo genuino y verdadero. Estoy incondicionalmente para lo que él necesite.

- Háblanos de tus proyectos, porque a finales de año vas a estar en España presentando las canciones de tu nuevo disco. ¿Qué plan tienes?

- En noviembre, voy a estar dando conciertos en España. El día 26 estaré en Madrid, en el Teatro Real. Al día siguiente, en Barcelona, en el Palacio de la Música. En Valencia daré un concierto el día 5 y en La Coruña, el 7. De ahí me despido para ir a París, Londres, Zurich y unas cuantas ciudades más de Europa. Me da una gran alegría dar esos conciertos en España, porque es mi primer tour en España.

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