Claudia Osborne, confidencias antes de dar a luz a su primera hija, Micaela

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—¿Cómo llevas el embarazo?

—Ya, divinamente. Con un poco de ciática e insomnio, pero bastante mejor que al principio.

—¿Qué fue lo más molesto de las primeras semanas?

—Tuve cuatro meses complicados debido a las náuseas. Hasta que no las vives estando embarazada, no sabes hasta qué punto pueden condicionarte. Por lo demás, todo genial. ¡La niña está sanísima!

—¿Cuándo está previsto que nazca y dónde darás a luz?

—En junio y, si Dios quiere, será en Madrid.

—¿Has tenido muchos antojos? 

—Realmente no, pero sí me ha apetecido mucho la fruta durante todo el embarazo. Ha sido una cosa increíble, porque, en circunstancias normales, no suelo comerla.

Seis meses después de su boda con José Entrecanales, hijo del presidente de Acciona, hace balance del matrimonio: “Encontrar a mi marido es de las cosas más mágicas que me han pasado”

—¿Alguna anécdota divertida?

—Que se pueda contar, ¡ninguna! [Risas].

—¿Ha sido un embarazo buscado o sorpresa?

—¡Completamente buscado! Los dos lo veíamos claro y teníamos muchas ganas. Y, además, hemos tenido la grandísima suerte de que viniera enseguida. ¡Ha sido una bendición!

—¿Cómo te enteraste de la noticia? 

—Fue aterrizar de nuestro viaje de novios y yo ya me sentía rara, así que fuimos a por una prueba a la farmacia. Al llegar a casa, con las maletas sin deshacer y muertos de cansancio, nos enteramos de la noticia más maravillosa que nos podían dar. Creo que las alegrías hay que compartirlas tal cual llegan, así que eso hicimos. ¡Se lo contamos a toda la familia!

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—Y, ¿cómo fue el día que os comunicaron que era una niña? 

—Yo ya lo sabía… ¡no sé por qué! Se lo dije a José desde el principio. Él, cuando me ve tan convencida de algo, nunca me pone en duda, pero todos los demás sí. Así que, cuando finalmente nos lo dijeron, quedó claro que no hay que ponerme en duda [Risas].

—¿Cómo llevas el cambio físico? ¿Has aumentado muchos kilos?

—Es duro, no lo voy a negar, pero después piensas en todo lo que tu cuerpo está haciendo para formar a esa personita que llevas dentro y todos los kilos del mundo parecen pocos. Aún así, estoy intentando cuidarme, comiendo sano y haciendo ejercicio, pero engordar es inevitable.

—¿En qué consiste ese cuidado?

—Antes era vegetariana, pero al quedarme embarazada decidí que comería de todo. Quería poder escuchar a mi cuerpo y sus necesidades para poder satisfacer las de mi hija. Dicho esto, hay muchísimas mujeres que son vegetarianas durante el embarazo y no pasa absolutamente nada. Yo, simplemente, decidí hacerlo así por mi tranquilidad. También continué haciendo ejercicio, pero adaptado para embarazadas. Para mí es muy importante sentirme fuerte. Y, en el embarazo, más aún.

“Fue aterrizar de nuestro viaje de novios y ya me sentía rara, así que fuimos a por una prueba a la farmacia. Nos enteramos al llegar a casa, con las maletas sin deshacer y muertos de cansancio”

—Dar a luz debe ser un momento de muchas emociones. ¿Te estás preparando también psicológicamente de algún modo?

—Durante el embarazo me he dado cuenta de que inconscientemente he optado por escuchar mucho a mi intuición y mi naturaleza. No he leído ningún libro de maternidad ni tampoco me he apuntado a ningún curso. La preparación la haré, pero tengo claro que solo quiero que me enseñen lo que debo saber. Ni más ni menos. El resto vendrá naturalmente.

—¿Estás lista para que te cambie la vida a todos los niveles?

—Sí, preparada y con muchísimas ganas.

—La maternidad es maravillosa, pero no es idílica… ¿Algún punto negativo del embarazo?

—Justo he publicado un post sobre este tema en mi perfil de las redes sociales y, efectivamente, no es idílico. Hay muchas cosas que te pasan que pueden pinchar esa burbujita de felicidad que consideras que debería ser el embarazo. Aun así, es una experiencia completamente milagrosa.

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—¿Ya lo tienes todo preparado? ¿Su habitación, su ropa…? 

—Más o menos…, son tantas cosas… ¡Gracias a Dios tengo mucha ayuda por parte de nuestras familias y amigos, que hacen que todo el proceso sea divertido, libre de agobios y eficiente!

—¿Qué fue lo primero que compraste? 

—Unos bodis. Tan chiquitines… Estoy deseando verla con ellos.

—¿Y lo primero que te regalaron para ella?

—Dos conjuntitos de punto. Uno rosa y otro blanco. Recuerdo el momento perfectamente. Fue la tía de José y me hizo una ilusión tremenda.

—¿Por qué habéis elegido el nombre de Micaela?

—Porque es mi segundo nombre y me gusta mucho. Siempre me ha dado pena no usarlo, así que esta era la oportunidad perfecta. A José le gustaba mucho también.

—¿Te gustaría estar acompañada ese día en el quirófano?

—Por mi marido, claro.

—¿Cuál es el balance de tu matrimonio?

—Solo tengo cosas buenas que decir, aunque solo llevemos unos meses casados. Lo que sí que tengo claro, y dudo que algún día cambie de opinión, es que encontrar a mi marido es de las cosas más mágicas que me han pasado nunca. ¡Me siento muy afortunada!

—¿Cuál es el recuerdo más emotivo que conservas del día de tu boda?

—Estar cogida de la mano de José durante toda la ceremonia religiosa… ¡y durante toda la fiesta! No nos separamos ni un momento. Puedo decir que el día de mi boda lo pasé junto a él. ¡De verdad!

“El cambio físico es duro, no lo voy a negar. Pero después piensas en todo lo que tu cuerpo está haciendo para formar a esa personita que llevas dentro y todos los kilos del mundo parecen pocos”, desvela

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—¿Cómo ha recibido tu familia política la noticia de un nuevo miembro en la familia?

—Están todos felices.

—Durante el embarazo, ¿te has apoyado en tus hermanas? ¿Qué consejo te han dado?

—Me he apoyado mucho en mi marido. Él ha sido mi cómplice en todo.

—¿Ya has pensado en el bautizo? ¿Has elegido a los padrinos?

—Todavía no. Aún quedan un par de capítulos antes de llegar a eso.

—¿Cuántos hijos te gustaría tener?

—No me cierro a un número. ¡Ya se verá!

—¿Siempre soñaste con tener una familia o ha sido una sorpresa de la vida?

—Siempre ha sido uno de mis sueños y por ello estoy feliz de haberlo hecho realidad. Ahora toca mantenerlo y cuidarlo cada día.

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—Nunca dejas de acordarte de tu madre, pero ¿la sientes más presente en estos días? 

—Sí, ella siempre está presente. O así lo siento yo.

—¿Has pensado mucho en lo que te diría?

—He pensado mucho en ella. En lo que me gustaría tenerla conmigo ayudándome con todas las cosas de la niña. El embarazo es un momento muy vulnerable en ese sentido. Se necesita de la compañía de una madre experta y de sus consejos…, pero son cosas de la vida. Aunque la echo de menos, tengo la certeza de que está intentando ayudarme desde donde esté.

—Posas con estas joyas de Bvlgari con motivo del Día de la Madre. ¿Cómo te sientes celebrando este día cuando tú estás a punto de serlo? 

—Bvlgari es una marca que me apasiona y posar con ella en un momento tan especial no podía hacerme más ilusión. El valor más importante de las joyas es el sentimental. Obviamente a todas nos encanta vernos con piezas bonitas. Te hacen sentir más femenina y guapa, pero, a fin de cuentas, las que guardan un lugar en tu corazón son las que tienen un significado especial.

“He pensado mucho en mi madre. Aunque la echo de menos, tengo la certeza de que está intentando ayudarme desde donde esté”, confiesa Claudia emocionada

—¿Y tú conservas alguna pieza única?

—Una sortija de mi madre que tenemos igual todas mis hermanas. La original es la mía, ya que mi madre y yo teníamos la misma talla. Pensar que llevo puesto algo que tantos años la acompañó me hace sentir muy afortunada y en conexión con ella.

—Además de la próxima maternidad, otro cambio al que te has enfrentado recientemente es tu estreno como colaboradora en el programa de tu padre. ¿Cómo está siendo la experiencia?

—Ha sido una oportunidad increíble con la que me siento muy agradecida. La televisión es un medio en el que me siento a gusto y el cual me gustaría explorar más.

—Ya tienes experiencia con las redes, pero ¿cómo te enfrentas a las posibles críticas de exponerte en un medio con tanta visibilidad? 

—No les hago mucho caso… Siempre va a haber personas que traten de hacer daño, pero no me lo tomo como algo personal. Al final, cuando Pepe habla de Paco, habla más de Pepe que de Paco.

—¿A quién te haría ilusión entrevistar?

—Creo que, potencialmente, todo el mundo tiene una historia digna de contar y de aprender de ella. No me cerraría a ninguna.

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—Y lo de trabajar junto a tu padre, ¿es fácil? ¿Es buen jefe?

—Yo he tenido una muy buena experiencia. Siempre me ha apoyado y animado a hacer más cosas.

—Por cierto, ¿te gustaría que tu padre se volviera a enamorar?

—Yo quiero que él sea feliz. Sin más. Solo o acompañado, pero feliz.

—¿Es cierto que se enteró del nombre de tu hija por la prensa?

—¡Parece que no lo conocéis! Claro que lo sabía, solo que nunca sabe si le están poniendo un zancadilla para que desvele datos nuevos o no, así que él prefiere hacerse el despistado.

—¿Qué otros proyectos tienes entre manos?

—De momento sigo formándome, aprendiendo, comunicando y colaborando con marcas que me gustan por su filosofía. En mis planes está todo esto y quizá vengan cosas nuevas. Todo lo que sea canal o herramienta para comunicar y despertar a los demás, será interesante para mí.

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—¿Vas a disfrutar de la baja laboral o te pondrás a trabajar enseguida?

—Me temo que los autónomos no tenemos muchas alternativas en este país. Seguiré trabajando.

—Tras el éxito de Lo mejor de ti, ¿te has planteado escribir otro libro?

—Sí. Escribir ha sido una experiencia maravillosa para mí. Aún no sé de qué será, pero claramente habrá un segundo libro.

—Claudia, en ese libro te desnudaste emocionalmente y contaste numerosos problemas que has tenido a lo largo de la vida. ¿Eres, al fin, feliz?

—Estoy en paz. En los momentos buenos y también en los malos. Y, para mí, esa es la clave para ser feliz. Así que sí, soy feliz.

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