Mask Singer: adivina quién canta ha concluido su segunda temporada y lo ha hecho por todo lo alto, coronando a Joaquín Cortés como ganador bajo la identidad de Erizo. Pero el bailarín no fue la única gran sorpresa de la noche, puesto que bajo Monstruita, Huevo y Dama Centella se encontraban Anne Igartiburu, María Pombo y Tamara Gorro, respectivamente. La presentadora de Televisión Española fue una de las que más consiguió impresionar a los investigadores, que habían apostado por nombres como Susanna Griso. Ahora una vez resuelto el misterio Anne Igartiburu ha explicado cómo ha sido para ella vivir esta experiencia y guardar el secreto, entre otras anécdotas tan impactantes como ¡que tenían que colocarle el disfraz entre dos personas mientras ella estaba tumbada!
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Anne Igartiburu ha narrado con una sonrisa cómo ha sido su paso por Mask Singer, una aventura en la que decidió embarcarse porque era algo totalmente distinto a su registro habitual pero, sobre todo, "por sorprender a los niños". La presentadora grabó todo el proceso para convertirse en Monstruita, desde sus momentos musicales en el estudio hasta su llegada a un coche donde tenía que camuflarse para guardar su identidad en secreto. Pero si hubo algo sorprendente de la transformación de Anne Igartiburu en Monstruita fueron las dificultades que la periodista tuvo para llevar el disfraz. Tanto que, no podía vestirse ella sola y tenían que colocarle el traje entre dos ayudantes mientras ella estaba tumbada en el suelo. La periodista ha destacado todos los aspectos positivos de Mask Singer, aunque ha reconocido que fue una tarea dura por la dificultad que tenía para moverse el traje y ha destacado el calor que pasó siendo Monstruita, así como algún que otro dolor de espalda al que ha restado importancia.
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María Pombo está encantada con su aparición en el programa como Huevo. "Para mí ha sido la mejor experiencia de mi vida, hablando profesionalmente", decía una vez descubierta. La influencer, a quien también veremos en la próxima temporada de El Desafío, asegura que le encantó su disfraz desde el momento en el que lo vio y que nunca se hubiera imaginado que estaría cantando y bailando sobre un escenario. En una entrevista con Arturo Valls ha explicado que su misión principal era despistar a los investigadores jugando con su voz, puesto que con casi dos millones de seguidores su timbre podía ser fácilmente reconocido. Y aunque temió cuando Javier Calvo dijo su nombre en una ocasión, finalmente se inclinaron al unísono por la gimnasta Almudena Cid.
Tamara Gorro ha sido Dama Centella, la primera máscara digital de Mask Singer, un disfraz con el que se sentía toda una "superwoman". La influencer ha confesado que se defendía cantando porque ha tomado clases en alguna ocasión, aunque su mayor temor era tener que interpretar algún tema en inglés, reto que terminó superando con uno de Rihanna. "Ha sido todo diversión, como un juego", decía Tamara Gorro que continuaba confesándole a Arturo Valls: "Dama Centella me ha hecho vivir la mejor experiencia de mi vida porque es muy bonito saber que estás entreteniendo a la gente."
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