'Rocío, contar la verdad para seguir viva'

Todas las incógnitas aún por resolver del testimonio de Rocío Carrasco

La entrevista en plató de la hija de Rocío Jurado ha servido para aclarar algunas cuestiones y avanzar otras, pero el documental continúa y aún quedan interrogantes en el aire

Por hola.com

Rocío Carrasco decidió hacer un parón en la emisión de la serie documental, Rocío, contar la verdad para seguir viva, y sentarse en directo en el plató para someterse a las preguntas de Carlota Corredera y Jorge Javier Vázquez, así como de un buen número de colaboradores. El objetivo era resolver las dudas que había suscitado su testimonio en las seis primeras entregas, pero el llamamiento de su hija, Rocío Flores, pidiendo hablar con ella ha desviado notablemente el foco. Los motivos por los que su madre no se siente preparada -ni cree que la otra parte lo esté- para dar ese paso han obligado a hablar de cuestiones que aún no se habían abordado, como fue el detonante del distanciamiento entre madre e hija. Aún así, no son pocos los asuntos que aún generan preguntas, a las que Rocío Carrasco podría dar respuesta en las próximas emisiones

Rocío Flores se refugia en su chico tras las declaraciones de su madre

La relación con su hijo

Si bien Rocío Carrasco ya ha avanzado unas cuantas claves sobre cómo llego a perder la relación con su hija, continúa siendo una incógnita por qué sucedió lo mismo con su hijo, David. En alguna ocasión, ha asegurado que no quería hablar sobre el benjamín, pero en el adelanto que se emitió antes del estreno del documental, veíamos como contaba lo que sucedió el último día que vio a su hijo menor en 2016, por lo que cabe esperar que de alguna pista sobre qué ocurrió para que nunca hubiese un reencuentro. Lo que se sabe hasta ahora es que el joven, que por aquel entonces tenía 17 años, se despidió de su madre para irse con su padre en verano con la idea de asistir en septiembre a la boda de Rocío Carrasco y Fidel Albiac. Sin embargo, este hecho nunca se produjo y David se quedó desde entonces con Antonio David y su hermana, que ya vivía con él desde 2012. Esta circunstancia no cambió tras la correspondiente demanda de su progenitora ya que a los pocos meses el joven cumplió la mayoría de edad. 

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La ruptura con la familia Mohedano

Antes era una familia unida que se apoyaba, como quedó patente en algunos de los documentos aportados por Rocío Carrasco, por ejemplo, en la petición de la nulidad eclesiástica de su matrimonio, en los que se aprecia como los Mohedano no dudan en dar su testimonio para ayudarla. Todo cambió a partir de la muerte de Rocío Jurado en 2006, un hecho que no ha ocultado su hija, pero en el que aún no ha profundizado. "No es el momento", ha zanjado en alguno de los capítulos emitidos cuando hacia referencia al enfriamiento de la relación con su familia materna. La pregunta es si ese momento llegará en alguna de las entregas que aún faltan por emitir. En el caso de su tío Amador, fue más clara y le acusó de haberse quedado con parte del dinero de la exclusiva de su boda con Antonio David y de haber filtrado el destino de su luna de miel, pero aún se desconoce por qué ha roto con el resto de miembros del clan. A pesar de la evidente distancia, y las discrepancias en algunos de los hecho narrados con Carrasco ya ha habido alguna mano tendida, como la de Rosa Benito. La exmujer de Amador Mohedano ha sido muy clara en Ya es mediodía: "Yo la quiero y si me llama yo voy a estar ahí sin ninguna pregunta, lo tengo super claro".

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La decepción con Ortega Cano

Mientras duró el matrimonio entre Rocío Jurado y Ortega Cano, la armonía parecía reinar en la familia y el diestro no solo vivía feliz con su mujer, sino que mantenía una buena relación con la hija de ésta. Así lo ha confirmado Rocío Carrasco que aseguraba haberle tenido mucho aprecio al que fuera marido de su madre, pero unas reveladoras palabras dejaban claro el deterioro de la relación. Hablando sobre la boda de la cantante con el torero, dijo: "No creo que fuese una decisión acertada". Todavía no ha explicado qué es lo que le ha decepcionado tanto para llegar a una conclusión tan demoledora.

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El distanciamiento de sus hermanos

Parece evidente que los problemas de los mayores han acabado por afectar a los más pequeños. Aunque ahora Gloria Camila y José Fernando son adultos, cuando perdieron el contaco con su hermana aún no lo eran, y se desconoce por qué tampoco mantiene relación con ellos. En el cuarto capítulo Rocío Carrasco recordaba el papel crucial que tuvo en su adopción, ya que debido a la edad de su madre y Ortega Cano, debían poner a otra persona como tutora en caso de fallecimiento, y fue ella la que puso su firma permitiendo seguir adelante con el proceso. "Yo estaba encantadísima con que los niños vinieran, sabía que a mi madre le hacía muy feliz. Muy feliz porque a su vez ella estaba haciendo feliz a José con eso. Mi madre tenía la etapa cubierta de maternidad, pero José no. Yo era feliz porque ella era feliz haciendo que José se sintiera bien", contaba. Si bien es cierto que Rocío Carrasco ya era una mujer independizada cuando llegaron a su vida sus hermanos, tras la muerte de su madre, el contacto ha acabado por ser nulo. En cambio, Gloria Camila sí que mantiene una estrecha relación con su sobrina, Rocío Flores. 

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