Blas Cantó no es un artista al uso. Nunca le ha importado mostrarse vulnerable y dejar al descubierto y a la vista de todos sus fans sus miedos, sus inseguridades o sus días grises, como recientemente, cuando tuvo que decir adiós a su padre, que fallecía con solo 49 años. Y todo ello aun a riesgo, como él mismo reconoce, de que pueda dar la impresión de que solo ve el vaso medio vacío demasiado a menudo. Pero nada más lejos de la realidad. El ser humano tiene aristas y lados oscuros y él tiene claro que no es algo que tenga que esconder. Por si quedara alguna duda, a sus canciones se suma ahora la publicación de su primer libro, Historia de una estrella sin nombre, que veía la luz el martes 9 de junio y en el que no solo repasa sus inicios o su infancia, sino los momentos que más le han marcado a lo largo de toda su vida personal y profesional. Lo que nunca ha ocultado y lo que nunca se ha atrevido a contar.
Horas antes de que su obra viera la luz, el cantante murciano se sentaba durante unos minutos a conversar con HOLA.com y nos relataba cómo ha vivido el confinamiento, cuál es la auténtica relación que mantiene con sus excompañeros de Auryn, qué sueños personales le quedan por cumplir, en qué inesperado concurso de televisión le gustaría participar y cómo encara su próxima actuación en el Festival de Eurovisión tras lo sucedido este año como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.
Blas Cantó, el niño que quería ser artista, ya es conocido en toda Europa
Estabas a un paso de rozar tu sueño de ir a Eurovisión, después de varios intentos. ¿Vas a readaptar tu Universo de este año o nos vas a sorprender con una propuesta totalmente nueva?
Estamos trabajando en ello, porque aún es pronto, y no quiero que la prisa sea un hándicap. Me gustaría hacer cosas diferentes, está en mi cabeza impresionar y pensar en cómo vestirme o qué cantar, que la canción sea emotiva... Como digo en mi libro, lo que me propongo lo consigo y cuando haces una obra nueva todo lo de alrededor cambia. Eso sí, las voces las mantendré, los coros que van conmigo, porque a nivel emocional los quiero y los admiro como para estar con ellos en el escenario y porque ¡qué narices! iban a ir ellos y quiero que sea algo personal, no solo porque cantan y suenan increíble, también porque crean energía.
Dices que logras todo lo que te propones. ¿Qué te has propuesto ahora?
Pues mira, me propuse ahorrar para poder pagar la entrada de una casa, y poder tener mi casa, y lo conseguí también. Al final se trata de proyectar las cosas y hacer que suceda. Esto en realidad es una anécdota. Para mí ahora es importante hacer nuevas canciones, tengo algunas maravillosas que estamos produciendo y mi propósito es que todo el mundo las acabe cantando. No sé qué vendrá, tengo muchos sueños y siempre estoy pensando en qué voy a hacer mañana... También ser feliz con mi familia, que ya lo soy, pero conservarlo. A fin de cuentas tener una estabilidad. Eso es importante para mí. Eso y que todo lo que haga sume. Y, por supuesto, que los de mi alrededor estén bien.
En tu libro, que dedicas por cierto a tus perros, sí hablas de tus deseos de ser padre y de que un día puedan escuchar tus canciones...
Sí. Pero ahora mismo no es algo en lo que piense todos los días. Tengo amigos que ya son padres y los veo. Pero luego me veo rodeado de tanto trabajo que pienso '¿cuándo es el momento? ¿cuándo podré hacerlo?' Es una responsabilidad muy grande y hay que tener calma. Si no puedo ser padre joven como los míos, pues tendré que ser padre mayor.
¿El confinamiento, durante el que además perdiste a tu padre, te ha hecho relativizar más?
Pues para mí ha sido frustrante. No tenía muchas fuerzas. Estaba deprimido. Veía a la gente haciendo mil cosas y me sentía en deuda porque quería que los fans estuvieran cuidados. Me decían 'Sal al balcón y canta'. Pero se me había cerrado la garganta. Hay otros valientes que han podido, pero a mí me ha costado respirar y dormir por las noches. Todo el mundo hizo cosas al mismo tiempo y yo solo estaba en el sofá diciendo 'No puedo. Hay mucha gente muriendo'. Lo pasé mal. Luego me refugié en las canciones, pude hacer algún dúo y eso me reactivó.
No es frecuente que un artista hable públicamente de la ansiedad, del sufrimiento, de los complejos o de sus bajones. Tu lo has hecho en varias ocasiones e incluso has llegado a reconocer que recurriste a ayuda profesional. ¿Lo haces por visibilizar este tipo de problemas o porque es al mismo tiempo una suerte de terapia para ti?
Entre otras cosas sí. Pienso que mi libro, egoístamente hablando, lo hice para ayudarme a mí mismo, porque creo que empezando por uno mismo es cuando ayudamos a los demás. Si tu no estás bien difícilmente puedes hacerlo. Quiero dar visibilidad a estas enfermedades mentales porque no se suele hablar de ellas. Todo el mundo te dice '¿Cómo estás?' y dices 'Bien, gracias'. Pero no dices muchas cosas y para mí eso es importante. Nunca he tenido miedo de expresar mi tristeza y mi alegría. Creo que es algo que tenemos que hacer y exteriorizar lo que nos pasa. A veces me da miedo de pecar de pesimista o de que parezca siempre que estoy mal, pero a veces es inevitable. Creo sin embargo que la mayoría del tiempo soy feliz. Pero también es importante contar cuando uno está mal.
Hablabas de que el hecho de haber podido hacer alguna colaboración te sacó de esa tristeza. Te hemos visto con Pastora Soler, con Sofía Ellar, con Marta Soto, Sharon Corr, con Rayden, Beatriz Luengo... ¿Alguien que tengas en mente y con el que trabajar te devolvería definitivamente la alegría?
Siempre queda alguno, claro. Aunque sí por mí fuera cogería a todos los artistas del mundo y haría una canción con cada uno de ellos. Pero si tuviera que elegir me quedaría con Jesse & Joy. Me gusta compartir y muchas veces por vergüenza no lo hago y me pierdo muchas cosas. Creo que en esta cuarentena he aprendido a pedir lo que quiero y a no quedarme con las ganas.
¿Y qué hay de tu excompañero Dani Fernández?
¡Por supuesto! Es algo que siempre he tenido en la cabeza. Es amigo mío desde hace un montón de años, desde por lo menos 2003. Luego vino Auryn y más tarde la separación. Es un gran artista. Ahora estaba justo viendo un directo que estaba haciendo con Cadena Dial, porque siempre me gusta escucharle y saber de él. Pero ojalá podamos trabajar juntos en algo, claro que sí.
Al hilo de Auryn, el otro día los fans se revolucionaron porque volviste a mencionar al grupo...
Cuando vas a un programa suelen salir anécdotas que no tienen importancia, pero no podía dejar de mencionarlo porque era gracioso. Tengo que decir que algún avión pagué yo, pero fuera de eso no pasa nada, no hay deudas.
Sin dejar a un lado las colaboraciones, ¿crees que podríamos verte en otros estilos?
Pues mira, me gustaría hacer género latino. Lo he escuchado toda mi vida y me gustaría poder trabajar con Marc Anthony, Alejandro Fernández, Carlos Rivera o Luis Miguel, por ejemplo. La salsa y la cumbia también me gustan y justamente en mi libro hablo de que no hay que menospreciar géneros porque no nos hace mejores personas. Considero que es como una especie de 'racismo musical'.
No desdeñas estilos ni programas de televisión. Después de 'Tu cara me suena', ¿llegará el día en el que te veamos en algún reality? En el libro dices que sueles sorprender a tus amigos con tus dotes culinarias...
No descarto pedirle a Televisión Española que me lleve a MasterChef porque me gusta mucho, lo vivo con mucha pasión. Cuando llegan tarde, cuando no les sale bien... sufro mucho, pero también lo disfruto mucho. En eso he salido a mi abuela. Lo que pasa es que a veces me da miedo compaginar la televisión con mi carrera artística porque mi cabeza me dice que pierdo credibilidad, que los artistas no hacen eso. Pero, ¿y si cambiamos la historia? Un cantante no tiene por qué convertirse en personaje por hacer cocina o por hacer Tu cara me suena. Yo, de hecho, no daba un duro por salir ileso de TCMS. Me lo decían incluso, pero creo que lo más importante es que los artistas somos canciones y, cuando una canción le cambia la vida a alguien, no importa la televisión que hayas hecho. Yo quiero cambiar la manera de hacer televisión en España. Mira Kelly Clarkson, hice un dúo con ella y tiene su propio TV show en el que entrevista a la gente, canta, habla de moda... y sigue teniendo una carrera impecable. ¿Es posible tener en España artistas 360º?
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