La agenda de Carlos III en los últimos días ha sido realmente frenética. La Casa Real británica lo ha organizado todo para que el nuevo soberano pueda reunirse con todos aquellos invitados (2.200 con asiento en la Abadía de Westminster) que se han desplazado a Londres para su solemne ceremonia de coronación, que hay que recordar que es un acto estatal. Así que no es exagerado decir que en los últimos días Carlos III ha saludado, estrechado la mano y agradecido el viaje a centenares de personas. En ese escenario, ¿qué plan ha elegido el rey para pasar su última noche antes de la coronación?
Después de la recepción en el Palacio de Buckingham y durante la cual Carlos III y otros miembros de la familia Windsor, se encontraron con los jefes de Estado y miembros de la realeza de otras casas reales, el eterno heredero de Europa y protagonista del fin de semana se marcha a casa. Así de sencillo, en un Londres blindado y repleto de líderes políticos, el nuevo rey busca el lugar que él siente como su hogar y que no cambió al llegar a la jefatura del Estado, Clarence House. Allí el plan es sencillo: una cena privada, de la que no han trascendido más detalles, con Camilla, la mujer que otro tiempo vivió en la sombra y que ahora es la reina a quién en los últimos días ya se ha desprendido del "consorte" de su título.
Un lugar especial para Carlos III
A pesar de la larga lista de residencias, palacios y castillos que poseen los Windsor, Carlos III ha manifestado en varias ocasiones su deseo de permanecer en Clarence House, a pesar de que el Palacio de Buckingham sea tradicionalmente la residencia oficial del soberano británico en Londres y el lugar donde suele despachar los asuntos oficiales, hay excepciones, como cuando recibió a Felipe VI el pasado noviembre, que lo hizo en Clarence House. Aunque algunos esperan que el soberano de el brazo a torcer y se instale en Buckingham cuando terminen las obras previstas hasta el 2027, habrá que ver que suceden entonces.
Carlos III se trasladó a Clarence House en 2003, un año después de la muerte de su abuela, la Reina Madre, una de las mujeres más importantes de su vida y que vivió en esta residencia durante más de 50 años. Es más, en vida de Jorge VI, cuando los reyes eran sus abuelos, el rey Carlos vivía allí con sus padres, así que sus recuerdos de infancia, desde 1948 hasta 1952, momento en el que Isabel II ascendió al trono, se conservan allí. Ese es su refugio, igual que lo ha sido Camilla durante casi toda su vida, algo que a estas alturas ya no se cuestiona.
Entramos en Clarence House, la residencia del rey Carlos III
Carlos III, el Rey que no quiere vivir en su Palacio
Sobre los días previos a su coronación hay que reconocer que el ritmo que ha llevado Carlos III ha sido bastante intenso, sin olvidar, que el próximo otoño cumplirá los 75 años, edad en la que los británicos ya gozan de la jubilación, solo que sus circunstancias le han llevado a tener una vida, por así decirlo, a la inversa. Durante toda la semana ha estado enlazando audiencias en el Palacio de Buckingham con los primeros ministros de Australia, Nueva Zelanda y Canadá, así como otros líderes entre los que han estado, por ejemplo, los principales activistas del Amazonas.
Los actos se han ido sucediendo de tal modo que, durante la jornada previa a su coronación, ha tenido tres compromisos distintos, en dos escenarios diferentes de Londres para reunirse con las principales figuras políticas del Reino Unido, todos los líderes de la Commonwealth y los miembros de todas las casas reales que se encuentran en la capital para su coronación. Eso sin olvidar que, a los actos de este sábado, se suman las celebraciones de carácter más lúdico previstas para el domingo en el Castillo de Windsor, que incluye hasta tres compromisos distintos siendo uno de ellos el gran concierto de celebración.
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