Una de las citas más esperadas por el príncipe Harry son los Juegos Invictus, en los que estará presente, regresando de esta manera a Europa. El evento, que se desarrollará del 16 al 22 de abril en La Haya (Países Bajos), se espera con muchas ganas ya que durante dos años ha sido aplazada por la crisis sanitaria. Sin embargo, estará teñida de nostalgia por el reciente fallecimiento de uno de los miembros de la gran familia que forma esta competición llamado Serhii Karaivan. Este extrialista ha perdido la vida en la guerra de Ucrania y los duques de Sussex le han dedicado unas emotivas palabras mediante su fundación, Archewell, que días atrás ya se encargó de compartir la triste noticia.
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"Nuestros corazones están apesadumbrados al reconocer la reciente pérdida de un miembro de nuestra comunidad de veteranos en Ucrania, quien estaba defendiendo a su país de un ataque", han dicho sobre Serhii Karaivan. Además, en el texto han hecho extensible el homenaje "a los valientes hombres y mujeres de nuestra comunidad mundial de veteranos, del pasado y del presente, que durante mucho tiempo han protegido a sus países y familias con una fuerza y determinación incomparables". Además, han explicado que "continuamos trabajando y hablando con la Invictus Games Foundation todos los días para ayudar en lo que podamos".
Desde su residencia de Montecito (California), el nieto de Isabel II y su esposa están pendientes de todo lo que está sucediendo al este de Europa y ya se han puesto en marcha para poder aportar su granito de arena a pesar de los miles de kilómetros que los separan. Siguiendo la estela de diferentes Casas Reales europeas que se han movilizado para ayudar, los duques de Sussex han hecho donaciones a varias organizaciones que trabajan en Ucrania porque se han "sentido inspirados por el trabajo que estas organizaciones han asumido, y también por las historias de quienes están en primera línea". Entre las organizaciones con las que participan se encuentran la Organización Mundial de la Salud y World Central Kitchen, del chef asturiano José Andrés, con el que ya han formado equipo en anteriores ocasiones.
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Un proyecto lleno de significado
En 2014, impulsados por el príncipe Harry, se celebró la primera edición de los Juegos Invictus en el Parque Olímpico Reina Isabel de Londres. Se trata de una competición entre heridos de guerra, inspirada en los Warrior Games de Estados Unidos, en la que durante varios días se dan cita aspirantes procedentes de una veintena de países. De hecho, las historias personales que se esconden tras este torneo de estilo paralímpico se cuentan en Heart of Invictus, el primer proyecto de Netflix del hijo pequeño del heredero al trono británico. En este acontecimiento se pone énfasis en el poder del deporte como motor para la recuperación y la ayuda, tanto física como psicológica, a quienes padezcan cualquier tipo de discapacidad, lesiones incurables o enfermedades derivadas de los conflictos bélicos.
Para el duque de Sussex, este evento deportivo es su proyecto más personal. Tal es la importancia que tienen los Juegos Invictus, que el próximo año ya se sabe que se desarrollarán en Düsseldorf (Alemania), que fue el marco elegido para hacer su primera aparición pública junto a Megahn Markle, con la que mantenía en ese momentos una relación muy discreta y alejada del foco mediático. La primera foto de los dos en actitud cariñosa y animando a los participantes se tomó en septiembre de 2017 en Toronto, ciudad con la que ella tenía un importante vínculo ya que es donde se rodaba la serie que protagonizaba, Suits. Solo dos meses más tarde se producía su compromiso oficial.
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