Amalia de Holanda avanza firme en su papel de Heredera al trono. La imagen de la joven con sus primeros tacones en el Día del Rey, la fiesta del cumpleaños del soberano junto a su familia, ya ilustraba que la hija mayor de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima pisa fuerte y que se encuentra cada vez más cómoda en su condición de Princesa. Aquel día, además de participar con sus hermanas, las princesas Alexia y Ariane, en diversas actividades festivas y selfies con los holandeses como gusta a los Orange todos los años, dio otro paso más hacia delante y concedió su primera entrevista a RTL news.
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No eran sus primeras palabras en público, pero daba en esta ocasión respuestas más extensas y más profundas a las habituales hasta el momento. Más interiorizadas, lo que algunos medios de comunicación del país han calificado como su primera entrevista sincera. “A veces mi vida me parece irreal”, confesaba la princesa Amalia ante las cámaras. Unas declaraciones en las que el sentido y la sensibilidad de la Princesa conviven con el carácter de la adolescente: “Digo de vez en cuando”, respondió a su madre. Pero con las ideas muy claras para sus quince años: “No quiero ser una versión de mí misma”.
Por supuesto reconoció la emoción de celebrar el Día del Rey, que hará suyo cuando suceda a su padre en el trono de los Orange, y el orgullo de ser princesa de Holanda, un país que ya ha visto tres reinas coronadas antes que ella, aunque no tiene prisa de vivir esa vida irreal y por el momento, probablemente aleccionada por el maestro, intentará mantener una vida lo más normal posible. El rey Guillermo Alejandro salió al quite de su hija esta vez y matizó al respecto que “es importante conocerse uno mismo antes de servir al país. La princesa Amalia necesita tiempo para conocerse, y entonces ya podrá servir a Holanda”.
Mientras Amalia, la joven va al instituto en bicicleta, se arranca por sevillanas en la Feria de Abril o debuta como coautora de un musical en su apasionante viaje hacia el autoconocimiento, Amalia, la Princesa recorrerá su camino al trono paso a paso, meta a meta. Despacio, pero segura: ya ha superado en popularidad a Beatriz de Holanda, antigua soberana.
