Niños viendo película de terror©AdobeStock

Psicología

¿Cómo influye el cine de terror en la infancia y qué consecuencias puede tener?

Las escenas de terror pueden provocar en niños tanto miedos como ansiedades, que si no se gestionan bien pueden derivar en consecuencias más intensas como son pesadillas, terrores nocturnos, hipersensibilidad o estado de alerta continuo.

En aquellas casas que hay niños pequeños puede que os haya ocurrido alguna situación similar. Si estás viendo una película, y tu hijo está en la misma estancia, notarás cómo en las escenas de miedo, en aquellas más violentas o de mayor intriga o carga emocional el pequeño se queda mirando la pantalla, absorto.

Pero ¡ojo!, esto ocurre cuando hablamos de niños entre los 18 meses y los 3 años, que todavía no tienen la capacidad de seguir un argumento o una película de principio a fin. ¿Qué pasa cuando los niños con una edad un poco más avanzada comienzan a ver cine de terror? La psicóloga Teresa Jiménez de Miguel (@teresa-psicologainfantil), nos explica lo que ocurre en su cerebro ante una escena de miedo: “La parte del cerebro que se activa es la amígdala y esta a su vez activa otras zonas del cerebro relacionadas con una respuesta rápida como son el hipotálamo, el tálamo sensorial y el sistema nervioso simpático que producen, entre otras cosas, el aumento de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. Habría una segunda acción que alcanzará la corteza prefrontal y cingulada donde el miedo se analiza de forma racional que sólo ocurre en adultos y adolescencia tardía porque, en niños y adolescencia temprana, todavía está zona cerebral está muy inmadura”, asegura.

 

“A nivel hormonal, el estrés provocado de la evaluación del grado de peligro al que nos exponemos libera, en mayor o menor medida, adrenalina, noradrenalina y cortisol que nos pone en un estado de vigilancia, además de oxitocina que se encargará de regular la respuesta al miedo”, apunta la experta.

Las películas de terror pueden provocar en los niños tanto la sensación de miedo como ansiedad, dos emociones que pueden desembocar en consecuencias como terrores nocturnos, fobias, pesadillas, inseguridades, hipersensibilidad, estado de alerta constante.... Por eso, debemos tener sumo cuidado a la hora de elegir las películas que ven los peques, o lo que nosotros mismos vemos delante de ellos.


Cuándo comienzan los niños a sentir la emoción del miedo

Quizás algunos padres aseguren que sus hijos están perfectamente preparados para ver una película de miedo y piensen que tienen la capacidad de saber, que se trata de una película de ficción, es decir, que no es real. Pero, nada más lejos de la realidad, ya que lo primero que hay que saber es que el miedo es adaptativo y evoluciona según va creciendo el niño. 

“Según la edad se tiene miedo a un tipo de situaciones u otras. Las sensaciones de miedo aparecen alrededor de los 6 meses. Un miedo más relacionado con muñecos o películas podría estar situado en los 3 años donde aparece el miedo a las máscaras; a los 4 surge el miedo a la oscuridad; a los 6 se añaden tanto el miedo a los ruidos fuertes como a los seres sobrenaturales”, nos explica la psicóloga infantil.

Y cada niño tiene un ritmo diferente de evolución, así como madurativo, por lo que puede que haya niños más mayores (8 o 9 años) que todavía no estén preparados para ver una película de terror.

Sin embargo, existen algunas personas que aman las películas de miedo y, muchas veces, esto está asociado a la época de la adolescencia: “A algunas personas les encanta asumir riesgos controlados (entre ellos las películas de terror) por los neurotransmisores (adrenalina y noradrenalina, por ejemplo) que se liberan en la exposición a los mismos generan sensaciones muy parecidas a las que sentimos cuando vivimos algo excitante o que nos hace sentir bien”, indica la psicóloga.

Niña asustada en la cama©AdobeStock


Cómo luchar contra el miedo

“El miedo es una emoción básica universal que surge como respuesta a una situación de peligro, que puede ser real o no, y que cumple una función de supervivencia física, emocional o social”, nos define la experta. Y, además, continúa explicando que provoca tres tipos de respuestas: “Podemos huir, luchar o incluso nos paraliza. Por esto, por un lado, puede evitar que seamos temerarios y esa conducta sea adaptativa o, por el contrario, nos haga entrar en pánico y nos desborde y nos haga evitar pensar de forma racional. Un ejemplo adaptado al terreno de los niños sería, en el primer caso, que el miedo evitaría que se fueran con extraños y, en el segundo, podría desembocar como resultado en tener síntomas de ansiedad o somáticos al intentar salir de casa (como, por ejemplo, ocurrió tras la pandemia)”, nos cuenta la experta.

La psicóloga nos da una serie de consejos para ayudarles a afrontar estos miedos:

  • Algo fundamental es “no dar por supuesto aquello que pensamos o creemos que le está dando miedo, preguntar qué sienten y por qué” (dejar que nos cuenten sin intervenir).
  • Enseñarle qué es el miedo, para qué sirve, dónde lo localiza... (normalizar).
  • Hablarle de nuestros miedos y cómo los hemos superado o asumido
  • No juzgar ni ridiculizar.
  • Darle y preguntarle por los apoyos que necesita para enfrentar esta situación.
  • Valorar si necesitan exponerse de momento a este tipo de películas (revisar edad recomendada).
  • Acompañar tanto emocional como físicamente al niño.
  • Ir paso a paso antes de llegar a la meta final de superación.