Pautas para que aprendar a dormir solos©AdobeStock

Niños

Cuando dormir solo se convierte en un problema para el niño (y los padres)

Querer dormir con los padres es un problema muy común y presente en niños de todas las edades. ¿Por qué no consiguen dormir solos y tienen dificultades para conciliar el sueño? Y lo más importante: ¿cómo les ayudamos a crear una rutina de sueño adecuada?

Son muchos los padres que han llegado a normalizar, a veces por pura supervivencia, que sus hijos terminen durmiendo con ellos día sí, día también.

Como consecuencia, este problema tan común y presente en niños de todas las edades, provoca que ningún miembro familiar descanse plenamente. ¿Cómo ayudarles, por tanto, en su conciliación del sueño y por qué es tan importante fomentar buenos hábitos para que aprendan a dormir solos?

Beneficios del sueño en los niños

La psicóloga Belén Pozo (@psicologoscvo), del Centro Vaca Orgaz de Madrid (www.psicologoinfantil.es), nos avanza que el sueño es imprescindible en los niños, ya que les ayuda en su descanso físico y mental, así como en la adquisición de aprendizajes.  “En las etapas profundas del sueño se da el traspaso de la información de la memoria de corto a largo plazo”, concreta la experta.

Por otro lado, la psicóloga advierte que los niños con problemas de sueño, además de tener mayor irascibilidad y mayor reacción agresiva o de enfados y lloros, también cuentan con dificultades en sus aprendizajes.



¿Por qué no consiguen dormir solos?

“Es una pregunta bastante amplia”, confiesa Belén Pozo. Para ello, la experta centra la atención en lo que implica el problema de la conciliación del sueño.

Puede ocurrir porque tarda en irse a dormir, porque está en la cama pero no es capaz de quedarse dormido o bien porque no termina de conciliar el sueño y tiene ciertos despertares en el inicio de la noche”, sostiene.


Mi hijo no duerme solo, ¿qué hago?©AdobeStock

¿Por qué tienen dificultades para conciliar el sueño?

Podemos hablar de varios aspectos, aunque lo más común suele ser por miedos evolutivos (que pueden alterar o no el sueño de manera clínicamente significativa). Estos miedos se presentan por miedos a la oscuridad o a quedarse solos:

  • Miedo a la oscuridad: “Aparece entre los 3 y los 5 años. Es la etapa en la que se desarrolla una mayor imaginación y surgen, por tanto, los miedos a los monstruos, payasos... Creen que todo lo que ven en la televisión puede ser real”.
  • Miedo a quedarse solo: “Va a depender de las rutinas que tenga. Es decir, si ha aprendido a dormirse con el contacto de los padres o solo en la cuna. En muchas ocasiones, en el aprendizaje de estar solos, los niños presentan miedos. Creen que si están en soledad el adulto ya no está y no entienden que si no está a su vista pueden estar en otra habitación”.


Pautas para que tu hijo aprenda a dormir solo

La experta nos da las claves para que deje de dormir con nosotros y aprenda a ser autónomo en este sentido:

  • Establecer una adecuada rutina de sueño: “Debemos conectar con ellos de manera tranquila y calmada, haciendo el menor ruido posible. Hay que desactivar fisiológicamente al niño para favorecer su sueño”.
  • Hacer alejamientos paulatinos: “En caso de que el niño esté acostumbrado a que el adulto esté delante mientras se queda dormido, iremos, poco a poco, retirándoles ese estímulo de seguridad”.
  • Llevar a cabo prevención de respuestas de miedo: “Les dejamos en la cama aunque aún no se hayan dormido, les leemos el cuento para ir desactivándoles y prevenimos la respuesta”. Es decir, “les avisamos de que iremos a verles dentro de un ratito para que vean que les iremos a visitar de vez en cuando antes de que ellos nos lo pidan”. Todo con el objetivo de darles seguridad.
  • Las rutinas deben ser las mismas: “Es importante que comprueben que se desarrollan siempre de la misma manera. Es decir, les duchamos, se ponen el pijama, cenan, van a lavarse los dientes, les llevamos a la cama, les leemos un cuento con una luz tenue y comenzará el tiempo de dormir”.
  • Juegos o trucos que pueden favorecer el sueño: “Por ejemplo, jugar a ser valientes durante el día. ¿Cómo lo hacemos? Con juegos en los que los muñecos o figuras de nuestros hijos se enfrenten a sus miedos en el juego. También podemos jugar a “las olimpiadas de los valientes” (todos los miembros de la casa se implican en hacer algo que les de un poco de miedo para demostrar que se puede vencer) o realizar juegos de oscuridad como jugar con ellos a la Gallinita Ciega y buscar objetos por la casa”.
  • Tener una herramienta de seguridad o apego: “En definitiva, algo que le hagan sentir seguros cuando se van a la cama”.


¿Cómo establezco una rutina que le ayude a dormir?

La experta nos recuerda que cómo establecer una rutina dependerá de la dificultad del niño. “En cualquier caso, lo importante es que siempre sea de la misma manera, que les acueste la misma persona y realicen las mismas secuencias”.

Por último, garantiza que es primordial no darles demasiadas explicaciones ante los miedos o nervios que les puedan surgir. “Hay que transmitirles normalidad y tranquilidad, decirles que lo van a conseguir y reforzar sus pequeños avances, asegurándoles que son muy valientes”, concluye Belén Pozo.


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