Niños jugando al ajedrez.©AdobeStock

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Estos son todos los beneficios de jugar al ajedrez

En plena era digital marcando nuestro tiempo de ocio, este juego tan clásico puede ayudarnos a fomentar el pensamiento lógico, la concentración y las habilidades sociales de los niños.

Anya Taylor-Joy le hizo un gran favor al mundo del ajedrez el año pasado. La actriz de ascendencia española interpretó muy bien a la huérfana y prodigio de este juego de mesa, Beth Harmon, en su lucha contra la adicción al alcohol mientras buscaba convertirse en la mejor jugadora de ajedrez del mundo. La serie Gambito de Dama (Netflix, 2020) se convertía en todo un éxito y los jóvenes, no solo de España sino de todo el mundo, comenzaron a interesarse por él.

Elegir entre negras y blancas, aprenderse los movimientos de las piezas y crear una estrategia para avanzar en el tablero comenzó a verse por los más pequeños como algo atractivo. Un hecho estupendo si tenemos en cuenta que se trata de un ejercicio extremadamente bueno para el cerebro, sobre todo, “cuando está creciendo y todos sus cables comienzan a conectarse”, nos dice Fernando Castañón Asenjo, especialista en ajedrez del Colegio Ingenio. Y es que, como nuestro experto asegura, “el ajedrez tiene muchos beneficios para los niños, ayudando a reforzar sus funciones cognitivas en un momento del desarrollo en el que más lo necesitan y en el que puede tener un mayor impacto en el resto de sus vidas”. Por eso, si tu hijo te pide el ajedrez como actividad extraescolar, dile claramente que sí.

Beneficios de jugar al ajedrez durante la infancia

Fernando Castañón Asenjo nos explica que, en el ajedrez se aúnan los beneficios de un juego de mesa -como puede ser el fomentar la concentración y la memoria-, con otros como el desarrollo de la lógica y la capacidad para resolver problemas, al ser un juego de estrategia. Con él, nos dice el experto, “los estudiantes mejoran sus habilidades generales de aprendizaje, aprenden importantes habilidades sociales e interactivas y un importante conjunto de habilidades intelectuales”. ¿Quieres saber cuáles?

El ajedrez desarrolla la lógica, el pensamiento crítico y la creatividad

Sí, en un solo beneficio, podemos hablar de lógica y creatividad. Porque el ajedrez es un juego que ejercita ambos lados del cerebro, ya que requiere pensar en muchos escenarios al mismo tiempo y siempre alternativos. Es decir, recrear en nuestra cabeza la siguiente frase: “si esto, entonces aquello”, lo que exige a los jugadores imaginar todos los movimientos potenciales posibles, las alternativas que puede llegar a tener y los resultados de cada una de las opciones que elija.

Aumenta la concentración y la memoria

Para ello, “los niños necesitan jugar con cierta regularidad”, nos dice Fernando Castañón Asenjo. El ajedrez es un juego que premia la concentración y penaliza su pérdida (es decir, “le proporciona al niño un incentivo divertido para mantenerse concentrado mientras juega”), mejorando además significativamente su memoria visual.

Desarrolla la capacidad de resolver problemas

Aunque no sean matemáticos, el ajedrez es un juego de previsión, planificación y resolución de problemas. No se plantean todos desde el inicio de la partida, pero van aumentando según se avanza. Hay que ser capaz de pensar en variables muy cambiantes y formular un plan basado, casi siempre, en varias posibilidades. Una habilidad que, al final, es fundamental para el desarrollo de una persona en su vida y su futuro. Nada nos viene descrito ni hecho desde el principio.

Mejora la capacidad de lectura

Sí, no se lee ni una sola frase escrita, pero el ajedrez requiere que los niños utilicen funciones cognitivas como la decodificación, el análisis, el pensamiento y la comprensión, que son todas ellas habilidades necesarias para la lectura. Por ello, si mejoras estas habilidades, mejoras tu capacidad de lectura.

Se aprende a planificar y prever

Como consecuencia de lo que ya hemos citado anteriormente, esa necesidad de adelantarse, prevenir las posibles jugadas y escenarios, se aprende a que, para ganar en este juego, hay que tener una importante capacidad de prever múltiples posibilidades y formular una estrategia exitosa. El objetivo último, es cierto, es muy sencillo y siempre el mismo: capturar o matar al rey del adversario, pero se necesita una gran paciencia, trabajo y planificación para conseguirlo.

Se te olvidan las pantallas y conectas con los demás

Por último, no hay que dejar de olvidar que, en la actualidad, se ha vuelto fundamental encontrar actividades con los niños que les mantengan alejados de las pantallas, pues están muy expuestos a diario. El ajedrez, siempre que sea con un tablero de los de verdad, consigue disminuir ese tiempo y contrarrestar los efectos negativos que puede tener esta era digital en la que vivimos.

Además, debido a este alejamiento de las pantallas, los niños pueden conectar con otro ser humano a través de un juego competitivo saludable, a diferencia, por ejemplo, de los vínculos que pueden crearse en un videojuego. Tanto por parte de los padres como si juegan con amigos, aprender a jugar al ajedrez construye un cerebro sano, pero también refuerza las relaciones positivas y construye recuerdos duraderos.

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