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Sí, sabemos que a muchas personas les cuesta caer en las redes de la meditación. Pero una vez que compruebas sus beneficios y ves cómo puede ayudarte en tu día a día, son muchas las personas que incorporan este hábito a su rutina de autocuidado. Bien lo sabe Ludovic Dujardin, fundador de la app de meditación Petit Bambou, con quien hemos tenido la ocasión de charlar, con motivo del lanzamiento del libro Medita con Petit Bambou, publicado por Aguilar de Penguin Random House Grupo Editorial.
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¿Cómo puede ayudarnos la meditación en este mundo de locos, en el que todos vamos deprisa y no siempre nos encontramos a nosotros mismos?
De hecho, la meditación es precisamente eso: encontrarnos. Pero es cierto que vivimos en un mundo de locos y a nuestro alrededor “hay una lucha” por nuestra atención. Los algoritmos de las redes sociales, por ejemplo, buscan nuestra retención. Y todos estos estímulos hacen que se destroce nuestra capacidad de ser felices. De modo que la meditación es una excelente práctica para encontrar el equilibro en este mundo. Porque el mundo no lo vamos a cambiar, lo que tenemos que cambiar es cómo vivimos en este mundo.
¿Qué le llevó a plantearse crear una aplicación de meditación y respiración consciente?
Lo que me llevó a crear Petit BamBou fue un sentimiento de no tener suficiente espacio en nuestro interior, de no dedicarnos a nosotros mismos y a no estar presentes en el día a día. Quería ayudar a otras personas con algo que a mí sí me funcionó (la meditación) que pudieran acogerse a ellos mismos y enamorase de quiénes son.
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¿Es importante tomar conciencia y tratar de salir de ese 'modo piloto automático', que nos marca el estilo de vida actual?
Por supuesto. Sí. Es muy importante. La meditación puede ayudarnos a salir de ese “modo piloto automático”, que no nos ayuda en nuestro camino a la felicidad. Lejos de querer cumplir unos cánones sociales tenemos que saber que la felicidad parte de dentro, de nuestro interior. Y para encontrarnos y descubrir quiénes somos es importante “desconectar”.
¿Piensa que estamos hiperconectados, pero a la vez, cada vez estamos menos conectados con nosotros mismos y con la gente que nos rodea?
En esta vida moderna que nos ha tocado vivir cada vez estamos más cerca, pero también más lejos… Vivimos estresados, agotados profesionalmente, y a pesar de poder conectarnos cada vez con más personas, muchas veces estamos solos. Por eso es importante no dejarse llevar por la digitalización, algo en lo que la meditación nos puede ayudar, y estar presente ante los demás: conversar, debatir, prestar atención a nuestros sentimientos… Y no ser tan influenciables por los líderes de opinión. La clave es encontrar el equilibro.
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¿Por qué piensa que nos cuesta tanto entender y gestionar nuestras emociones?
Creo que hubo un momento en el que se entendió que las emociones eran algo negativo… Y cambiarlo ahora no es fácil. Somos humanos: vivimos con emociones, con sentimientos, con sensaciones… Y todas y cada una de nuestras emociones nos están enviando un mensaje. Tenemos que acogerlas. Y aunque muchas emociones las calificamos como negativas (como es la tristeza) yo le daría la vuelta. Creo que hay que acogerla, que abrazarla igual que la alegría, y con ello si le damos amor y le generamos espacio en nuestro interior en la medida adecuada, hará que podamos soltarlo o acogerlo si realmente lo necesitamos.
¿Por qué piensa que hay personas a las que todavía les cuesta encontrar sentido a lo importante que puede llegar a ser la meditación, y se muestran reacios a practicarla?
La meditación es una palabra grande. A veces se puede ver como una manipulación o como algo en lo que hay que creer. Se trata de estar con uno mismo durante un periodo de tiempo, presente en la respiración, con las sensaciones… Darnos la bienvenida a nosotros mismos, y crear espacio en nuestro interior. Para meditar no hay que creer en nada, es simplemente permitirse se uno mismo y valorar los beneficios.
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¿Qué les diría para convencerles de que probaran?
Nada. Porque no quiero convencer a nadie. Quizá esperes que el fundador de Petit BamBou diga: “Sí, tienes que meditar”. Pero yo creo que si no quieres meditar, no medites. Hay tantas personas que nos dicen lo que tenemos que hacer que tenemos que liberarnos de todo ello. Eso sí, si te apetece probarlo, hazlo. Que nada te lo impida.
¿Todo el mundo puede meditar y aprovechar los beneficios de esta técnica?
Sí, todo el mundo puede meditar. Yo creo que antes de los cinco años quizá no tiene mucho sentido, pero a partir de esa edad hay programas adaptados que son más visuales para esos momentos de meditación o instrospección. Y puedes meditar toda la vida. Solo dejaría de recomendarlo si hubiera un trastorno mental, ya que es preferible acudir a un profesional, sanar y meditar, sí, pero cuando llegue el momento adecuado.
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Encontrar el camino hacia la felicidad partiendo de su interior, ¿es uno de los objetivos de Petit BamBou?
No me gusta ver Petit BamBou como una compañía con un objetivo. Tenemos una misión, que es ayudar a las personas a encontrar ese espacio en su interior, que sean más felices y más amables con ellos mismos. Es lo que me hace feliz. No lo veo tanto como un objetivo sino como una misión.
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