Encontrar la causa de la ansiedad
Cuando nos enfrentamos a este problema, una de las primeras cosas que hay que hacer es tratar de atajar las causas que nos generan ansiedad. “Lo primero es identificar por qué estamos sintiendo ansiedad, ya sea por un trastorno de ansiedad, una alteración endocrina, como hipertiroidismo, o un excesivo consumo de excitantes, como la cafeína. Posteriormente, identificar la relación entre la ansiedad y la comida, y si hay otras emociones asociadas (comer como premio, por aburrimiento, por tristeza...)”, explican Sara Rueda y María García, nutricionista y psicóloga respectivamente de BluaU de Sanitas.
Las expertas, además, nos detallan que el hambre emocional suele estar muy relacionado con la ansiedad, ya que cuando se activa esta “falsa sensación de hambre” comemos, no porque lo necesite nuestro organismo, sino porque nuestro cerebro prefiere el alivio rápido o solución rápida que le da la comida, aunque no sea la adecuada para resolver la emoción/es que han provocado la sensación de hambre emocional.
“Por tanto, el hambre emocional no aparece por una circunstancia biológica ni natural, sino que es la respuesta a otra carencia interna. Esta carencia suele estar relacionada con motivos emocionales tales como ansiedad, depresión, aburrimiento, tristeza, etcétera”, nos dicen.
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