3. La ansiedad no es un trastorno tan serio
Otro mito falso muy extendido en la sociedad es pensar que la ansiedad no es una alteración seria. De hecho, hay quienes creen que se trata de un problema de madurez mental y, como hemos dicho, fuerza de voluntad y, por tanto, le restan importancia. Sin embargo, la ansiedad es un problema que debe tomarse muy en serio ya que, de lo contrario, los síntomas pueden complejizarse cada vez más y afectar a múltiples áreas de desempeño de la persona (social, familiar, laboral, autoestima e identidad…).
Desmontando el mito
Como hemos comentado, la ansiedad en principio es una emoción plenamente normal y adaptativa, pero, ¿qué sucede entre tanto pasa de estar en estos baremos asumibles a ser patológica? La afectación que puede ocasionar en nosotros la ansiedad se va acumulando y extendiendo su efecto a distintas áreas de nuestra vida. Cuando esa inquietud vaga y desagradable nos acompaña durante mucho tiempo y/o su intensidad va en aumento, nuestra calidad de vida se ve afectada. Así, es normal que comencemos a sentirnos más irritables de lo normal, a tener problemas para conciliar el sueño, concentrarnos en las tareas cotidianas, relajarnos e, incluso, tengamos dificultades para recordar información de nuestro día a día. En algunos casos, incluso, no es extraño encontrar que una ansiedad que no ha sido debidamente atendida, puede derivar en una depresión. Por tanto, ¿podemos decir que la ansiedad es un problema leve? No, para ser justos debemos decir que es una emoción adaptativa que, si se nos va de las manos, puede derivar en un trastorno que puede tener distintos gradientes de intensidad y afectación en la persona, desde una menor afectación de alguna de sus áreas vitales, hasta una incapacidad total para desarrollar una vida independiente.